LA LEY DE CAUSA Y EFECTO

Cuando os dais cuenta que la Ley de Causa y Efecto controla todas vuestras acciones, y que eso os brinda una reacción de dolor por cada dolor que le ocasionéis a otros, así también podéis daros cuenta que podéis beneficiaros por cada acción benéfica que hagáis, y esto es lo que os permite que veáis la sabiduría de comportarse bien con los demás, y la locura que implica hacerles daño.

Así, al daros cuenta de que queréis experimentar felicidad y armonía, primero debéis sembrar esas semillas de felicidad y armonía. Pero si a pesar de este conocimiento persistís en actuar mal y brindar infelicidad y penurias a los demás, como consecuencia, eso exactamente es lo que os acarreará una reacción de sufrimiento sobre vosotros mismos.

Como quiera que sea, este sufrimiento también tiene su compensación, porque os enseña que no tuvisteis voluntad para aprender ninguna otra forma. Ello cambia vuestra atención hacia resultados importantes de la vida, que de otra manera pudieron haber sido pasados por alto. Os brinda compasión, solidaridad y entendimiento de las penas de los demás.

Si no repetís vuestra maldad, el sufrimiento gradualmente se disipará, y si escucháis la voz de vuestra Naturaleza Más Alta, la intuición y vivís de acuerdo a sus dictados, la vida fluirá tranquila y armoniosamente.

Marce, yo casi que estoy a punto de contradecir esta creencia, de verdad que conmigo difícilmente se cumple, por no exagerar el asunto no te digo que es imposible que se me cumpla.

Buenas causas que he hecho, muchísimas y el efecto que recibo es todo lo contrario.

Para darte un ejemplo:

Por cuestiones de Dios, no por la ley de los hombres, pero si por la ley de Dios, a mi me tocaba heredar un vehículo. Pero por la ley de los hombres, ese vehículo le tocaba a mi mamá. Si yo hubiera sido una persona distinta a la que soy, entonces fácilmente y digamos que ilegalmente legal yo me podía quedar con ese carro. Tenía todas las herramientas, todas, en mis manos para quedarme "legalmente" con el carro.

No por el delito en sí, sino porque soy como soy, no me quedé con el carro, se lo di a mi mamá que a ella legalmente le tocaba aunque por mandato Divino ese carro era mío. Que se quede con el carro.

Se llevó su carro, no lo pensó dos veces, sabiendo que para todo el mundo y para Dios, ese carro era mío, por herencia pero no habían papeles con que demostrarlo, de hecho estaba en mi casa.

Mandó a unos de mis hermanos a buscarlo y yo se lo entregué, documentos y todo lo que tenía en casa de ese vehículo.

Yo tenía mi carro, mi mamá también tenía el suyo, se lo llevó y se lo dio a mi hermano menor y después lo vendió.

Un año después, me robaron mi carro, lo recuperé a los 8 meses chocado, lo mandé a arreglar, me quedó precioso y 3 meses después me lo robaron.

Eso fue en el año 2000.

Hasta el día de hoy no he podido comprarme otro carro.

¿Ley de Causa y Efecto?.

Casi digo que es una descarada mentira, una absoluta falacia, porque Marce amiguis te cuento que cuentos como esos en mi vida tengo para que leas por 6 meses seguidos, tanto en la parte espiritual como en la material, nunca, nunca, veo la recompensa, no lo hago por la recompensa en sí, lo hago porque esa es mi forma de ser, pero..... ¿recompensas?, me dan ganas de reir.