LA MARIPOSA Y LA FLOR.
Cierta vez, un hombre pidió a Dios una flor...y una mariposa.
Pero Dios le dió un Cactus...
El hombre quedó triste, pues no entendió por qué su pedido llegó errado.
Luego pensó :¡Con tanta gente que atender...!
Pasado algún tiempo, el hombre fue a verificar el pedido que dejó olvidado.
Para su sorpresa, del espinoso y feo cactus había nacido la más bella de las flores.
Y la horrible oruga se transformó en una bellísima mariposa.
Dios siempre hace lo correcto.
Su camino es el mejor, aunque a nuestros ojos parezca que todo está errado.
Si pediste a Dios una cosa y recibiste otra, ¡confía!
Ten la seguridad de que El siempre te dará lo que necesitas en el momento adecuado.
No siempre lo que deseas... es lo que realmente necesitas.
Como Él nunca falla en la entrega de sus pedidos, sigue adelante sin dudar ni murmurar...