LA INFIDELIDAD ¿ PUEDE SUPERARSE ¿
Toda infidelidad es el síntoma inequívoco de alguna anomalía previa, consciente o inconsciente, en la relación de pareja. Constituye, por ello, un verdadero detector de problemas amorosos ocultos y una oportunidad de concienciarlos y resolverlos, es decir, un punto de partida para mejorar la relación. De ahí que las infidelidades sólo destruyen las malas relaciones (demasiado débiles, o desgastadas, o neuróticas, etc.), pero refuerzan los lazos basados en el amor y la madurez psicológica. No obstante, cuando una persona es engañada por su pareja, sufre inmediatamente tres heridas
1) dolor por el abandono (celos);
2) humillación (narcisismo y autoestima heridos);
3) rabia (odio, rencor, deseos de venganza).
La progresiva cicatrización de estas heridas exige vivenciar el siguiente proceso:
Expresar, desfogar las emociones ocasionadas (dolor, despecho, rabia) no sólo ante la propia pareja, sino también con otros familiares, amigos, etc., que acompañarán y compartirán el dolor de la persona y le darán ánimo y consejo.
La persona engañada y su pareja infiel deberán afrontar con coraje el suceso e investigarán conjuntamente por qué se ha producido, esto es, cuál fue el significado de la infidelidad: ¿una huida? ¿una sustitución? ¿un narcótico? ¿un castigo o venganza? ¿una muestra de soledad o desamor? ¿un síntoma de aburrimiento? Etc. Es indispensable responder a estas preguntas no sólo como parte del proceso curativo del engañado/a, sino también para prevenir futuras repeticiones de la infidelidad u otros síntomas indeseables.
Resolver a fondo, si se quiere y se puede, todos los problemas descubiertos (p. ej., falta de amistad, comunicación o Edipo, aburrimiento, desconfianza, rencores ocultos, problemas sexuales, problemas con los hijos, problemas emocionales en alguno o ambos miembros de la pareja, narcisismo, depresión, ansiedad, agresividad, falta de autoestima, dependencia, posesividad, rigidez moral, etc., u otros).
Si ambos miembros de la pareja se aman y son lo suficientemente lúcidos y valientes para recorrer juntos, con ayuda profesional o sin ella, todas estas etapas, las heridas del engañado y el sentimiento de culpa del infiel tenderán a desaparecer gradualmente, la confianza del primero regresará espontáneamente y la calidad de la relación tenderá a ser incluso mejor que antes de la infidelidad. Si, por el contrario, este proceso no se da u ocurre muy defectuosamente, entonces el conflicto mutuo seguirá abierto durante mucho tiempo y podrá llevar incluso a la ruptura definitiva.
Naturalmente, la persona engañada puede optar desde el comienzo por el deseo de salvar el amor o por la separación. Pero cuando queda indefinidamente atrapada en un intenso amor-odio que la atormenta, paraliza y deteriora cada vez más la relación, entonces es muy aconsejable una psicoterapia o un experto en temas de pareja.