CÓMO ESCAPAR DEL KARMA
(Servicio y Amor)
Nadie puede decir que ha nacido para sí únicamente, puesto que nadie puede ser una isla para sí solo. El servir al necesitado, al enfermo y al hambriento es también una actividad adicional más efectiva que tan sólo predicar. El "servir antes que servirse" remueve y enciende las brasas de la simpatía, la bondad y el amor. Estas virtudes tienen un gran poder purificante, depuran a la persona de toda su escoria y la hacen acreedora al más elevado conocimiento de la divinidad.
"El placer resulta sabroso después de haber servido", es un adagio bien conocido.
El principio de "no dañar" (ahimsa) se refiere a abstenerse no únicamente de matar, de ejercer violencia o de infligir un daño, sino que también incluye los malos pensamientos y las malas palabras. Aun cuando pueda no ser así por lo que a los brutos y las bestias se refiere, ahimsa infunde fortaleza en el ser humano, la cual no sólo sobrepasa muchas virtudes, sino que es la más elevada virtud, por encima de todas las demás.
El servicio rendido a buscadores sinceros del sendero divino es de mucho mayor valor que cualquier otro servicio. Las maneras de ayudar incluyen, entre otras, distribuir limosnas entre los verdaderamente necesitados e indigentes, ofrecer golosinas a quienes están ocupados en actividades extraordinariamente arduas en lugares inaccesibles, cuidar a los enfermos y asistir a los afligidos. Todas estas cualidades son de gran ayuda en el sendero y deben ser fomentadas y cultivadas mediante práctica asidua, por todos los medios posibles. Uno no debería, sin embargo, contentarse con eso solamente, sino que debe esforzarse por seguir adelante con la ayuda de estos procesos purificadores, por el camino hacia la liberación, como lo indica el Maestro.
El amor es la panacea para la mayoría de los males del mundo. Es la esencia o el meollo de todas las demás virtudes. Donde hay amor, hay paz. Ama y todas las demás bendiciones se te darán por añadidura, es el tema central de las enseñanzas de Cristo. El edificio entero del cristianismo esta cimentado sobre los dos principios gemelos de "Ama a Dios con toda tu alma, con toda tu mente y con toda tu fuerza" y "Ama a tu prójimo como a ti mismo".
Dios es amor y también lo es el alma humana, puesto que es una chispa proveniente de la misma esencia.
San Juan dice:
"El que no ama, no conoce a Dios; pues Dios es amor".
Y quien ama a Dios, ama también a sus hermanos.
Guru Gobind Singh igualmente puso énfasis en la necesidad primordial del amor:
"En verdad os digo, que Dios Se revela únicamente a quienes aman".
Tomado de la red.
Saludos a todos,
Gilda