Trastornos del Hambre y Apetito
El hambre y el apetito son mecanismos básicos que aseguran la supervivencia. Cuando los niveles de nutrientes están bajos, el cerebro envía señales de hambre para indicar que es hora de comer. Es el equivalente del cuerpo a cargar combustible.
Descripción
El hambre y apetito son controlados por el hipotálamo, una parte del cerebro que regula el sistema endocrino y muchas otras funciones corporales. El hambre se modifica según sus actividades diarias ya que el cuerpo requiere más combustible cuando consume más calorías por el esfuerzo físico.
Consideraciones
Existen factores externos que influyen en el hambre, por ejemplo, cuando hace frío se siente más hambre de lo normal porque se necesita más energía para mantener una temperatura corporal adecuada, y a la inversa; se experimenta una pérdida de apetito cuando hace calor. El hambre puede ser también un síntoma de enfermedad si comiendo no se satisface, o si está acompañada de otros síntomas como cambios de peso inusuales, requiere que el paciente visite al médico.
Causas
Existe una gran variedad de condiciones que pueden originar trastornos en el hambre. Algunas son de naturaleza fisiológica y otras son psicológicas, e incluso una combinación de ambas. Como algunos de estos trastornos pueden incluso ocasionar la muerte, es muy importante consultar al médico en cuanto se inicie alguno de estos.
Los más comunes son:
Bulimia. Es un trastorno alimenticio caracterizado por comer en exceso y, a continuación inducir el vómito o usar purgantes para no engordar. Afecta a principalmente a mujeres desde la adolescencia hasta los 30 años, pudiendo durar varios años. Puede ser mortal.
Anorexia. Consiste en limitar voluntariamente la ingesta de nutrientes principalmente por razones "estéticas", quedando la víctima en riesgo de sufrir avitaminosis o desnutriciones severas. Puede llegar a ocasionar la muerte. Se presenta principalmente en mujeres desde la adolescencia hasta los 30 años.
Fibrosis quística. Es una enfermedad hereditaria que aparece en la niñez, provocada por la disfunción de las glándulas que producen moco, saliva y sudor. Estas producen una mucosidad densa que bloquea los pulmones produciendo tos crónica. También hay obstrucción del flujo de algunas enzimas del intestino delgado por lo que el niño no puede metabolizar y digerir bien la comida, presentando un apetito voraz, gran consumo de comida y hambre persistente.
Depresión. Los problemas emocionales determinan cambios en los patrones alimenticios. Resolviéndose el problema emocional estos mejoran, sin embargo, entre los principales síntomas de la depresión clínica se encuentran cambios persistentes en los patrones alimenticios.
Medicamentos. Ciertos medicamentos pueden producir cambios en el apetito, por ejemplo, si se toman corticosteroides se siente hambre voraz; por eso quienes toman esos medicamentos aumentan de peso. Las anfetaminas reducen el apetito, pero crean adicción.
Estrés. Cuando se encuentran sujetas a grandes niveles de estrés, algunas personas pierden el apetito y dejan de come, situación que se regulariza al desaparecer el estrés. En ciertos individuos, por el contrario, al someterse a estrés incrementan su apetito, comiendo compulsivamente.
Signos y Síntomas
Como las causas son diversas, es difícil establecer un patrón de signos y síntomas. Lo mejor es asistir al médico si los hábitos alimenticios cambian sin razón aparente, si se experimentan trastornos digestivos y si comer, o dejar de hacerlo le causa irritabilidad o inquietud.
Llamando al Médico
Siempre que exista aumento o disminución del hambre debe consultarse con el medico ya que puede encontrarse alguna enfermedad que sea la causante de este padecimiento (diabetes, hipertiroidismo). Existen otros trastornos de la alimentación que deberán ser consultados con su médico lo antes posible: obesidad, desnutrición, anorexia, bulimia. También visite al médico si pierde o gana peso de manera intempestiva.
Tratamiento
El proceso de hambre es una situación fisiológica desencadenada por el propio organismo para avisarnos de la necesidad de tomar alimentos para compensar las necesidades energéticas del cuerpo. Para subsanar estos problemas bastará con la ingesta de alimentos. Otros procesos patológicos (bulimia, anorexia, obesidad) pueden requerir:
Dietas
Psicoterapia
Medicamentos
Cirugía
Cuidados
Debe mantenerse una alimentación balanceada, cuidando que sea equilibrada y percatándose de los excesos para evitar otras enfermedades.