Lepra
La lepra es una enfermedad infecciosa, contagiosa, producida por el Mycobacterium Leprae o bacilo de Hansen. Esta enfermedad afecta fundamentalmente a la piel, el sistema nervioso y las mucosas de las vías aéreas superiores.
Descripción
Afecta principalmente a la piel y a los nervios periféricos, pero en los casos graves afecta a otros órganos con gran compromiso en el estado general. Debe sospecharse de lepra cuando aparecen en la piel las lesiones características y trastornos del sistema nervioso.
Las lesiones en la piel pueden ser manchas localizadas (circunscriptas) de color "de hoja seca" o rojizas con centros pálidos, dependiendo de la forma clínica. También pueden aparecer nódulos de tamaño pequeño.
Los nervios más afectados son los localizados en los miembros y en la cara, con un gran compromiso funcional de la zona afectada. En los brazos pueden aparecer adormecimientos, disminución de la sensibilidad y dolor espontáneo en el recorrido del nervio. En muchos casos, ésta es la única manifestación de la enfermedad.
En los miembros inferiores, se producen las mismas manifestaciones, pudiendo acompañarse de alteración en los movimientos del pie con la caída del mismo, lo que dificulta la marcha. También pueden observarse trastornos en la secreción sudoral, sebácea y en la erección de los pelos.
Los ojos pueden afectarse por la invasión directa de los microorganismos, con dificultad en el cierre de los párpados y en la producción de las lágrimas con sequedad en la córnea, que pueden llevar a la úlcera de la misma y a la ceguera.
Causas
No se conocen con seguridad las formas de contagio, pero se presume que en general se contrae por el contacto cercano con una persona infectada, aunque también la bacteria puede propagarse por el contacto con chinches, mosquitos y armadillos, y a través de la misma tierra.
La lepra tiene dos formas comunes de presentación: la tuberculoide y la lepromatosa, con subdivisiones adicionales. Ambas formas ocasionan lesiones en la piel, siendo más severa la lepromatosa porque produce la aparición de grandes nódulos desfigurantes. Todas las formas de esta enfermedad causan finalmente daño neurológico periférico (daño nervioso de las extremidades) que se manifiesta por la pérdida sensorial cutánea y por la debilidad muscular. Las personas con lepra de duración prolongada a menudo pierden el uso de sus manos y pies.
Signos y Síntomas
El avance de la enfermedad es lento, y los primeros síntomas pueden llegar a manifestar luego de un año de contraída la infección, e incluso luego de transcurrido más tiempo. La sintomatología dependerá de las condiciones inmunológicas de la persona contagiada, y las características de su evolución serán determinadas por el tipo de lepra.
- Una o más áreas cutáneas hipopigmentadas en las cuales se presente disminución de la sensibilidad al tacto, al calor o al dolor.
- Lesiones cutáneas que no se alivian en semanas o meses.
- Entumecimiento o ausencia de sensibilidad en las manos y brazos o en los pies y piernas.
- Debilidad muscular que ocasiona la presencia de signos como pie caído (la punta del pie se arrastra al levantarla para dar un paso).
Tratamiento
Los medicamentos específicos recomendados por la OMS son la dapsona, rifanpicina y la clofazimina, administrados en forma combinada. La duración del tratamiento varía según la forma clínica de la enfermedad, desde 6 meses hasta los 2 años.
Como es una enfermedad de curso prolongado e implica un deterioro progresivo de la persona, el pronóstico depende de la detección y tratamiento tempranos.
Las manos, los pies y los ojos deben ser vigilados con cuidados especiales, ya que por la disminución de la sensibilidad suelen encontrarse indefensos ante agentes agresivos que facilitarían la aparición de graves complicaciones.
Llamando al Médico
Se debe buscar asistencia médica si se presenta alguno de los signos y síntomas aquí descritos; especialmente, si esto sucede después de haber estado expuesto a la enfermedad.
Prevención
El mejor método de prevención es evitar el contacto físico cercano con personas que tengan esta enfermedad y no se hayan hecho tratamiento. Las personas afectadas que están con un tratamiento a largo plazo se vuelven no infecciosas (no transmiten el organismo que causa la enfermedad).