Beethoven Místico
El 28 de mayo de 1810, Elizabeth Brentano, joven descrita como bella, muy culta y encantadora, escribió una carta a Goethe relatando su entrevista con Beethoven. En esta carta, da cuenta de una conversación con Beethoven y atribuye a éste las siguientes observaciones:
"Cuando abro mis ojos, tengo que suspirar, porque lo que veo es contrario a mi religión, y tengo que despreciar a un mundo que no sabe que la música es una revelación superior a toda ciencia y filosofía, el vino que inspira para nuevos procesos creadores. Y yo soy el Baco que extrae este vino glorioso para la humanidad y la emborracha espiritualmente. Cuando los hombres se encuentran de nuevo serenos, han sacado del mar todo lo que podían llevar con ellos, todo lo que son capaces de llevar a tierra firme. No tengo un solo amigo y debo vivir en la soledad. Pero sé bien que Dios está más cerca de mí que de otros artistas; me asocio con Él sin miedo; siempre Le he reconocido y comprendido y mi música no me inspira temores. No puede tener un triste destino. Quienes la comprendan deben verse libres por ella de todas las miserias que los otros arrastran consigo.
La música es, en verdad, la mediadora entre la vida intelectual y la vida de los sentidos.
Háblele a Goethe de mí. Dígale que escuche mis sinfonías y admitirá que tengo razón al afirmar que la música es la entrada incorpórea al mundo superior del conocimiento, el cual comprende a la humanidad, pero no puede ser comprendido por ella."