TRANQUILIZANTES NATURALES
En algún momento de nuestra vida podemos sufrir algún tipo de trastorno nervioso, como estrés, insomnio, angustia o ansiedad, lo que puede dar lugar a problemas digestivos, carácter irritable, tensión muscular o migraña, problemas que minan la capacidad de desenvolvimiento y relación con la sociedad, familia y trabajo.
En este contexto adquieren relevancia los tranquilizantes naturales, que son productos obtenidos de semillas, frutos, flores, hojas, corteza de plantas y hierbas que tienen la finalidad de controlar los problemas nerviosos sin ocasionar efectos indeseables.
Trastornos
En la actualidad es muy común que la población en general se queje de alteraciones nerviosas, las cuales son inducidas por el ritmo acelerado de vida, o bien, tensión en casa, escuela o trabajo. Los trastornos que con mayor frecuencia se presentan son:
Angustia. Estado emocional caracterizado por temor e incapacidad para manejar determinadas situaciones; puede manifestarse mediante episodios de miedo e intranquilidad o ataques de pánico (terror irracional y abrumador).
Ansiedad. Normalmente, la ansiedad se manifiesta como una reacción instintiva del organismo frente a una amenaza, pero cuando esta alarma continúa tras los hechos que la ocasionaron y se instaura en la persona se le considera patológica o enfermiza, por lo que es necesario recurrir a un profesional en salud mental, ya sea psicólogo o psiquiatra.
Estrés. Proceso físico, químico o emocional productor de tensión que puede llevar a enfermedad física.
Inquietud. Estado emocional incómodo caracterizado por impaciencia, nerviosismo y ansiedad.
Insomnio. Incapacidad de un individuo para conseguir la suficiente calidad o cantidad de sueño.
Nerviosismo. Alteración en el sistema nervioso que se manifiesta con inquietud, intranquilidad e irritabilidad; regularmente, es una reacción del organismo hacia situaciones que generan preocupación, miedo o impaciencia.
Tranquilizantes
Estos productos actúan sobre el sistema límbico (relacionado con la respuesta emocional), por ello, sus efectos a corto plazo son la relajación y el alivio de la angustia, ansiedad, inquietud, nerviosismo, tensión nerviosa, insomnio y estrés. Se les puede encontrar en forma de infusiones (proceso de extraer los principios de hierbas al sumergirlas en agua caliente o hervirlas) o tés (brebaje obtenido de las hojas secas de Camellia sinensis, conocida también como té negro, aunque por analogía se denomina así a las bebidas que se preparan con otras plantas deshidratadas), gotas o pastillas, siendo los componentes más comunes:
Valeriana (Valeriana officinalis). Originaria del norte de Europa y de Asia, es empleada para aliviar las molestias del insomnio, angustia, estrés e irritabilidad. Sus efectos sedantes y ansiolíticos (contra la ansiedad) han sido comprobados mediante diversos ensayos clínicos, por lo que también es recomendable para el tratamiento de trastornos del sueño, ya que mejora la calidad de éste y actúa sobre el tiempo de inactividad.
Pasiflora (Passiflora incarnata). Planta de origen americano, también conocida como flor de la pasión o pasionaria, fue usada por los aztecas por sus propiedades sedantes. Contiene unas sustancias llamadas flavonoides y alcaloides, las cuales actúan conjuntamente sobre el sistema nervioso y, en forma eficaz, en casos de insomnio y ansiedad.
Manzanilla (Matricaria recutita). Ha sido usada con fines medicinales durante miles de años, especialmente por tener efecto calmante o tranquilizante, pues contiene sustancias que actúan sobre el sistema nervioso calmando los estados de estrés y ansiedad.
Hojas de naranjo. Actúan como calmante contra la excitación nerviosa y el agotamiento, causas frecuentes de insomnio.
Tila (Tilia europaea). Es universalmente conocida por su acción sedante sobre el sistema nervioso, y está indicada para los estados de angustia, ansiedad y excitación, y para las manifestaciones somáticas (padecimientos físicos que tienen como causa la tensión nerviosa, principalmente digestivas y bronquiales)de las afecciones nerviosas.
Complejo B. Incluye a las vitaminas B1, B2, B3, B5, B6, B8, B9 y B12, las cuales son clasificadas como hidrosolubles debido a que tienen la capacidad de disolverse en agua. Este conjunto de vitaminas es muy apreciado por sus propiedades tranquilizantes, pues se ha comprobado que tienen efectos benéficos sobre el estado de ánimo y mente, lo que se traduce en control de depresión, irritabilidad, agotamiento, pérdida de memoria y concentración. A continuación, los alimentos de donde pueden obtenerse:
Vitamina B1. También llamada tiamina, se encuentra en levadura de cerveza, germen de trigo, carne de cerdo, hígado, riñones, pescado, pan integral y lácteos.
Vitamina B2. Se le conoce como riboflavina, y está contenida en levadura, hígado, queso, huevo, yogurt, leche, carne, pescado, cereales, pan integral, avena y vegetales de hoja verde.
Vitamina B3. Es denominada niacina, ácido nicotínico o niacinamida, y está presente en carne magra (sin grasa), pescado, levadura de cerveza, salvado de trigo, cacahuates, germen y harina integral de trigo, melocotón, durazno, maíz, pimiento rojo, vegetales de hoja verde, melón, mango, leche, queso y huevo.
Vitamina B5. Es más conocida como ácido pantoténico, los alimentos que la contienen son: carnes (en especial hígado), vegetales de hoja verde y frutas frescas y secas.
Vitamina B6. Se le denomina piridoxina y está contenida en hígado, pollo, bacalao, salmón, queso, avena, huevo, aguacate y papa.
Vitamina B8. Se le conoce como biotina o vitamina H, y se encuentra en hígado, nueces, crema de cacahuate, yema de huevo y coliflor.
Vitamina B9. Es más conocida como ácido fólico, y está presente en vegetales de hoja verde, champiñones, hígado, naranja, nueces, yema de huevo y cereales fortificados.
Vitamina B12. Conocida como cobalamina, está presente en carne, pollo, pescado, huevo y productos lácteos.
Estas vitaminas pueden obtenerse al seguir dieta balanceada, no obstante, el aporte puede enriquecerse mediante el consumo de multivitamínicos, suplementos alimenticios y productos fortificados.
Como puede ver, los tranquilizantes naturales que tenemos a nuestro alcance pueden ayudarnos a controlar los problemas nerviosos, no obstante, si estos persisten será necesario acudir al psicólogo o psiquiatra, especialistas que recomendarán un tratamiento más específico.