FORMAS DE SER

Hace algún tiempo un banco realizó una investigación para conocer qué pensaban los españoles de la riqueza. Encontraron que una parte de los andaluces creían que la riqueza dependía del destino, de la suerte, de un golpe afortunado en la vida. En el caso de los gallegos, muchos de ellos pensaban que la fortuna dependía de no revelar la fuente de su prosperidad. Se referían a la ancestral costumbre de no decir donde se encuentran los cardúmenes de peces en alta mar para ir en secreto a pescarlos. En el caso de los madrileños la abundancia obedecía a los vínculos con la realeza. Es decir, la ventura consistía en tener amigos entre los reyes y sus cortes porque ellos otorgaban los títulos nobiliarios con la correspondiente suntuosidad.

Muchos en Latinoamérica deben haber recibido esta herencia cultural sobre todo de los andaluces si vemos como proliferan los juegos de envite y azar, así como de los madrileños, por aquello de que "quien a buen árbol se arrima buena sombra lo cobija". Pero, le tendríamos que agregar que millones de latinoamericanos tienen más de medio milenio aprendiendo algunos comportamientos muy negativos en cuanto a cómo alcanzar la prosperidad.

El ser humano se educa en la escuela, sin embargo, su formación como individuo depende en gran medida del comportamiento de las personas que conforman sus patrones de conducta. Sus padres, sus maestros, los líderes de los grupos sociales, deportivos y culturales donde interactúa, los líderes virtuales a que tiene acceso a través de los medios de comunicación, los líderes de la comunidad, los líderes sociales y los líderes nacionales e internacionales.

Ahora bien, sí estos lideres progresan porque se acercaron al poder político y enriquecieron escandalosamente; y no sólo no les pasó nada desde el punto de vista judicial, sino más bien fueron premiados con posiciones mas elevadas. Si la forma de conseguir un empleo no es ser el mejor, sino ser partidario de una tendencia o partido político. Si hacerse rico no depende de aportes tecnológicos y científicos o de ejecutar buenos trabajos sino de cuánto se pagará de comisión a quien otorga los contratos. Si los ascensos en los escalafones laborales no tienen nada que ver con la preparación académica o profesional sino del amiguismo o de un "amantazgo" con la o el superior jerárquico. Si el ascenso militar no se supedita a ser de los "primeros de promoción". Pues, nunca se aprenderá que la única forma de "salir de abajo" es estudiando, preparándose y trabajando con ahínco para lograr el bienestar familiar y de toda la sociedad.