DESPUES DE UN ROBO.
Muchos han sido víctimas de un atraco, robo a mano armada, intimidación con violencia o un secuestro. Por lo general las víctimas se reponen rápidamente. En algunos casos, cuando el miedo ha sido intenso o se presentan estados de pánico se produce un estado de angustia. En estos casos se procura reducir los niveles de ansiedad con algún ansiolítico o tranquilizante menor.
Desde un punto de vista psicológico la persona que sufre una experiencia delictiva se verá afectada dependiendo de su resiliencia. Término que define la capacidad se tenga para superar la adversidad. Las personas con mayor resiliencia dejan atrás muy pronto el contratiempo. Todos, durante un acto violento e inmediatamente después, sentiremos miedo y un profundo temor. Se altera el pulso, puede aparecer taquicardia, fiebre, vértigo, sensaciones de indisposición, sentimientos de desesperación y ganas de llorar. Igualmente, el organismo entra en estrés, se disparan los adrenocorticoides que nos preparan para la agresión o la huida y nos hace agudizar los sentidos, entre ellos el de supervivencia.
Lo mejor en estos casos, sí es un robo donde se nos amenace con un arma y nuestra vida esté en riesgo, es no hacer oposición y dejar que el delincuente se lleve las cosas que pretende. También, debemos procurar que el propio ladrón se calme, esté drogado o no, y la mejor forma de hacerlo es no ofrecerle resistencia y acatar sus demandas.
Luego del incidente aparecerán la ansiedad, el desasosiego, la intranquilidad y las preocupaciones. Además, habrá que sumarles el sentimiento de pérdida de las cosas robadas y los inconvenientes que tendremos que solventar como acudir a la policía, quedarnos sin un vehículo, perder equipos como una computadora o las tarjetas de crédito o de débito, documentos de identidad y las subsecuentes denuncias ante cada entidad involucrada.
Es inevitable. siempre nos vamos a estresar después de un asalto.
Algunos crean un contexto falso y se sienten culpables por "haberse dejado" robar, no oponerse o por no haber sido precavidos. Esto no es verdad. Lo primero es salvaguardar la vida. Cualquier ciudadano puede ser víctima de la violencia aun con las mas eficientes medidas de seguridad. En menor grado, el suceso puede provocar variaciones en el comportamiento, tales como irritación, rabia o deseos de venganza, entre otros. Esto es lo usual y desaparecerá en un tiempo.
La forma más apropiada de sobreponerse es establecer metas adicionales para restablecer la normalidad, sustituir o renovar las cosas robadas y seguir adelante con nuestras vidas.
SALUDOS...ADRY |