LA FRUTA NO SIEMPRE ES POSTRE.
Las fruta, además de enriquecer multitud de preparados en vitaminas y minerales, ofrecen un original toque de sabor.
La fruta pertenece a un grupo de alimentos que, como norma general y por costumbre, se incluye como postre en comidas y cenas. Aunque ésta es la forma más tradicional de tomarla, son numerosas las combinaciones y recetas que se pueden preparar con estos alimentos. Echando un vistazo a libros de cocina, son muchas las recetas de platos, sobre todo ensaladas, que incluyen frutas troceadas. Las frutas desecadas, los frutos secos o las salsas y purés elaborados con fruta acompañan principalmente a segundos de carne o pescado, a los cuales sirven de acompañamiento.
En una dieta vegetariana, algunos ejemplos de segundos platos con frutas son las croquetas de arroz con salsa de piña, el ‘tempeh’ con plátano frito, los buñuelos de legumbres y arroz acompañados de peras asadas o los pimientos rellenos con pasas, entre otras muchas opciones.
Ingrediente de ensaladas
Las ensaladas incluyen a menudo frutas entre sus ingredientes. Manzana, naranja, mandarinas, kiwi, piña, pera, mango o fresas son algunos de los ejemplos de fruta más usados en dichos preparados. Si se mezclan con hortalizas aún resultan más apetecibles. Para elaborar ensaladas, se puede partir de ingredientes de todo tipo, desde las más tradicionales (con hortalizas crudas) hasta las que incluyen ingredientes como legumbres, pasta, patata o arroces.
Algunos ejemplos son:
* Ensalada de apio y naranja. Se trata de una mezcla de lechugas variadas, apio blanco, nueces, gajos de naranja, aceitunas verdes y negras. Se le da al conjunto un toque de cebollino y se aliña con aceite de oliva, limón, mostaza, perejil, sal y pimienta.
* Ensalada de escarola y achicoria con vinagreta de avellanas. Ensalada que incluye escarola, achicoria roja y naranjas. Se aliña con una vinagreta con avellanas tostadas, aceite de soja, vinagre de jerez y sal.
* Escarola con peras y queso. Es una combinación de escarola con lechugas (lechuga roja y cogollos de Tudela), peras, queso, nueces, sal, aceite de oliva y vinagre de sidra.
* Ensalada de cítricos. A esta ensalada se le puede añadir, junto a la escarola y a las nueces, todo tipo de frutas cítricas como pomelo o naranja.
* Ensalada de frutas tropicales. Las frutas tropicales como el kiwi, el aguacate o el mango forman una buena combinación con lechuga, patata, huevo cocido y salsa rosa.
* Ensalada de col y manzana con salsa de yogur. No es necesario añadir demasiados ingredientes a esta ensalada. Con un poco de col fresca, manzana ácida, salsa de yogur natural y un toque de cebollino basta.
* Ensalada de judías verdes y aguacate. Con verduras cocidas se pueden combinar frutas como el aguacate y añadir patata cocida, tomate, zanahoria rallada, brotes de soja y espárragos trigueros cocidos.
* Ensalada de lentejas, manzana, apio y lechuga. Las legumbres resultan muy apetecibles en forma de ensalada. Otra sugerencia puede ser la ensalada de soja o garbanzos con cebolla, apio, manzana, cogollos de lechuga y queso de bola.
* Ensalada de manzana y piña. Mezcla de arroz, rodajas de piña natural, manzana, pasas de corinto y unas hojas de escarola.
Otras preparaciones
Las frutas, tanto frescas como desecadas, también pueden emplearse en sopas, platos de arroz o aperitivos diversos. Algunos ejemplos son los hojaldres rellenos de dátiles y pera o una sopa fría de apio y manzana.
Los segundos platos también pueden acompañarse de frutas. Resulta muy apropiado consumirlas en forma de salsa o de puré. Algunas de las elaboraciones más comunes son el puré de manzana o las salsas de frutas desecadas como las de ciruelas o de higos. Cualquiera de estos ingredientes forma una deliciosa guarnición para acompañar a platos como el seitán, el tofu o el ‘tempeh’.
Basta con un poco de imaginación para elaborar diversas combinaciones y obtener platos muy apetecibles y, en muchos casos, refrescantes.