Con que te limpias los oídos?
El oído comienza de afuera hacia adentro, con la oreja, o pabellón. Luego sigue el conducto auditivo, un tubo recubierto por una piel muy delgada, apoyada directamente sobre el hueso, y por lo tanto, muy delicada.
Y la parte más interna, es la membrana timpánica. Es una cubierta tan delgada, que hasta es transparente. Es como la cubierta de un tambor. Se encuentra a tensión, y vibra con los sonidos.
El oído tiene unas estructuras llamadas glándulas, que producen cerumen, o cerilla, Es un mecanismo de defensa-
La cerilla, es una masa pegajosa, que puede atrapar polvo o pequeñas partículas, y evitar que entren al oído. La cerilla, se produce en pequeñas cantidades, y el oído, como parte de una maquinaria perfecta, tiene un sistema automático para limpiarse SOLO.
Normalmente se produce la cerilla en pequeñas cantidades. La piel del oído tiene unos pequeñas vellos llamados cilios, que se mueven ordenadamente hacia afuera, y expulsan esa escasa cerilla lentamente, al llegar afuera se seca y se convierte en polvo para ser eliminada naturalmente.
Pero qué pasa si te limpias los oídos?
Los hisopos, aplicadores, palillos, Cotonetes, Q-Tips, limpiadores, o como quieras llamarlos, solamente compactan la cerilla, y la envían al fondo, hacia el tímpano!!!
No sirven para limpiar el oído. No pueden extraer la cerilla. Sólo la empujan hacia adentro, formando un tapón, que disminuye la capacidad para oír. Además, pueden introducir microbios y causar comezón y aún una infección llamada otitis externa
Pero eso no es todo. El tapón de cerumen no es algo tan grave. Si se extrae, podrás volver a oír. Pero, y la membrana timpánica? Dijimos que si la vemos de frente, hasta es transparente. Podemos ver lo que hay detrás de ella. Si la pudiéramos ver de perfil, notaríamos lo delgada que es, y apoyada sólo alrededor, en la pared del oído. Pues, si es tan delgada, delicada y transparente, con un hisopo como estos nombrados Puedes, además de empujar el cerumen causando un tapón, y llegar a la membrana y hacer un orificio.
Cada año, miles de niños (y alguno que otro adulto despistado) se perforan los oídos al intentar limpiárselos
Tan sólo en 2007, y tan solo en una clínica, se atendieron 1,100 perforaciones timpánicas. ¿entiendes el peligro y la frecuencia con que sucede? No es un asunto tan simple.
Y después, tendrás que operarte así, con tantos aparatos, y procedimientos muy caros, y no hay seguridad que quedes bien.
Por eso, si quieres limpiarte los oídos (que de todos modos ellos se iban a limpiar solos), solo deja que te entre agua en la ducha, y luego te das unas sacudidas para que se salga. Al final te secas con una toalla sin meterla hacia adentro del conducto auditivo.
Recuerda: No te metas, ni dejes que te metan nada en los oídos.