DIVORCIO O SEPARACION
Cuando ocurre una separación, los hijos experimentan una especie de duelo, por la pérdida de la vida con los padres juntos y por la ruptura de la estabilidad familiar. La mejor preparación del niño para la nueva etapa es que esté informado y son los padres los que más le quieren y los que mejor le conocen quienes deben comunicárselo.
Muchos padres temen dañar a sus hijos, por lo que tienen gran dificultad para comunicar a sus hijos la decisión de la separación. Los niños son más fuertes y se sorprenden menos de lo que los padres piensan, cuando se les anuncia la separación. En principio es importante mantener una actitud abierta y clara, explicar sinceramente (sin detalles dolorosos) lo que está pasando y el porqué, sin culpar a nadie y mucho menos a los hijos; hablar con ellos en el momento apropiado, estimular a que pregunte lo que desee y contestarle con sinceridad, tomando en cuenta su edad, capacidad de comprensión y sus características personales. La s reacciones más frecuentes que pueden tener los hijos son:
- Tristeza por la separación, gran sentimiento de pérdida.
- El rendimiento escolar puede disminuir.
- Sentimiento de culpa, de ser el responsable de la separación de sus padres.
- Tendencia a querer reemplazar al padre que ha partido.
- Fantasía de reconciliación.
- Sentimiento de lealtad hacia el progenitor ausente y cólera hacia el padre custodio.
- Aumenta o disminuye la capacidad de concentrarse.
- Cambios de sus comportamientos sociales, en la escuela o con sus amigos.
- Negación para ocultar su tristeza. Adoptan aires de seguridad y de calma.
- Disminución de la confianza en sí mismo.
- Agresividad.
- Comportamientos de oposición.
SALUDOS…ADRY