Aprendí en mi largo camino que los amigos son :
para el frío... abrigo
para la obscuridad... luz
para el miedo... refugio
para la adversidad... esperanza
Aprendí, que no es feliz el que hace lo que quiere
sino el que quiere lo que hace...
Aprendí a amar y ser amado, a gozar la paz y darla...
Aprendí a construir poco a poco con sufrimiento y dolor
mi vida como persona, hijo, hermano, esposo y padre...
Pero sobre todo aprendí a no preocuparme del mañana, el mañana tiene sus propias preocupaciones, a cada día le bastan sus quebraderos de cabeza.