Desviación del tabique nasal
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¿Qué otros problemas pueden obstruir la nariz?
Una mala respiración nasal, además de la provocada por la desviación del tabique nasal, puede estar producida por enfermedades de la mucosa de la nariz, como la alergia a pólenes, polvo, ácaros, hongos y animales, así como una sensibilidad importante a condiciones del medio ambiente poco saludables, como respirar el aire excesivamente seco, contaminado con humos; o a cambios bruscos y constantes de temperatura, debidos a los aparatos de aire acondicionado. El uso excesivo o prolongado de medicación para respirar mejor, como los vasoconstrictores, hacen que la mucosa se acostumbre a su efecto descongestivo, de manera que al dejar de tomarlos se produce un efecto rebote y la mucosa se hincha obstruyendo la nariz. La mala respiración nasal también puede estar producida por hinchazón de otras estructuras de la parte interior de la nariz (cornetes), o bien por obstrucción más profunda. En muy contados casos, la causa puede ser un tumor. Todas estas circunstancias son las que estudia el otorrinolaringólogo detenidamente para poder hacer un diagnóstico correcto de la desviación nasal.
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¿Cómo se produce la desviación del tabique nasal?
La desviación del tabique nasal puede ser de nacimiento o puede producirse por traumatismos en la cara debidos a caídas o golpes, generalmente durante la infancia, donde no se manifiestan los síntomas, ya que la nariz del niño es muy flexible, y suelen pasar desapercibidos. Durante el desarrollo, las fracturas que se produjeron en la niñez contribuyen a la deformidad de la nariz, produciendo en esa etapa de la vida o en la etapa de adulto, los síntomas de la obstrucción nasal.
La desviación del tabique nasal producida por traumatismo puede ser tanto de la parte externa de la nariz o pirámide nasal, como del tabique nasal, o de ambas estructuras. Se pueden producir fracturas y luxaciones, afectando tanto al hueso como al cartílago. La situación prominente de la nariz hace que este tipo de traumatismo sea el más frecuente de los traumatismos de la cara. Suele producirse en accidentes de tráfico o laborales, durante la práctica de deportes y en las agresiones. No obstante, los accidentes de tráfico son los que conllevan una mayor gravedad, por las lesiones asociadas que producen. Los golpes de abajo hacia arriba son los que ocasionan, más frecuentemente, fracturas del tabique nasal. Es importante un tratamiento precoz de la desviación del tabique nasal de causa traumática para evitar las secuelas de obstrucción respiratoria nasal.
El traumatismo nasal en niños y jóvenes que todavía están en desarrollo puede afectar a los núcleos de crecimiento de los huesos y los cartílagos del tabique nasal, pudiendo producir desviaciones importantes del tabique durante su crecimiento posterior. Como la nariz del niño es más flexible, o sea tiene más cartílagos, se suelen producir además de las fracturas del tabique, incurvaciones y dobleces del mismo que durante su desarrollo van produciendo la correspondiente desviación del tabique nasal, apareciendo, por tanto, en la etapa de adulto.
Otras causas que pueden producir desviación del tabique nasal son un desarrollo defectuoso del paladar, una mala salida de los dientes definitivos, un mal desarrollo de los senos de la nariz, chuparse el pulgar excesivamente, tener la costumbre de presionar continuadamente con la lengua el paladar y tener vegetaciones abundantes.
¿Cuáles son los síntomas?
Cuando la desviación del tabique nasal es muy importante ocasiona una mala respiración por la nariz que se percibe como falta de aire. Hay una pérdida de la sensación normal de respirar satisfactoriamente por la nariz, que es la sensación producida por el choque de las corrientes de aire que entran en la nariz, o aire inspirado, contra las estructuras nasales interiores. Cuando se alteran estas corrientes se producen turbulencias.
Puede acompañarse de dolor de cabeza, sequedad nasal, ronquidos mientras duerme, empeoramiento del olfato, hemorragia nasal, costras en la nariz y resfriados. Si la desviación es muy marcada, puede llegar a obstruir los senos nasales, y producir sinusitis.
¿Cómo se realiza el diagnóstico?
El diagnóstico se realiza en primer lugar por los síntomas de obstrucción nasal que presenta el paciente. A continuación, se explora el interior de la nariz con un instrumento llamado rinoscopia, que permite ver las estructuras internas a través del orificio nasal. También puede utilizarse una pequeña cámara, que se introduce por la nariz y permite observar toda la cavidad, desde el mismo orificio nasal, hasta el final, cuando ya comunica con la garganta. Se llama fibroscopia si el instrumento es flexible, o bien teles copia cuando el aparato es rígido. De esta manera, se pueden diferenciar otras causas. Tanto el examen mediante rinoscopio como fibroscopia o telescopia sientan el diagnóstico de manera objetiva.
La desviación del tabique nasal puede ser anterior y, por tanto, de naturaleza cartilaginosa, o posterior, o de componente óseo. Lo habitual es que la desviación sea mixta, tanto de cartílago como de hueso. En algunas desviaciones muy anteriores, puede llegar a colapsarse el orificio nasal, empeorando manifiestamente la respiración nasal por ese lado.
La realización de un TAC (tomografía axial computarizada), que son imágenes radiológicas, permite ver todas las estructuras nasales, y cuando se solicita, se hace con fines quirúrgicos. El otorrinolaringólogo puede, de esta manera, observar todos los detalles antes de efectuar la operación quirúrgica.
¿Cómo se trata la desviación del tabique nasal?
El tratamiento va dirigido a enderezar el tabique nasal, de manera que se restablezca la buena respiración por la nariz, y es quirúrgico. Existen dos tipos: operaciones abiertas o cerradas.
- Las operaciones abiertas son las que seccionan por la ternilla de la nariz, para poder levantar parte de la estructura nasal y poder operar con visión directa.
- Las operaciones cerradas son las que se efectúan a través del orificio nasal. Tanto en las operaciones abiertas como en las cerradas, se actúa sobre el cartílago, el hueso, o sobre ambos. Los resultados son similares, independientemente de la técnica utilizada.
La anestesia es general y la duración de la operación oscila normalmente entre 30 y 60 minutos.
Cuando el paciente se despierta de la anestesia, nota que no puede respirar por la nariz, que tiene una obstrucción total por ambos orificios nasales, debida a que es necesario taponar la nariz para mantener el tabique en su sitio correcto y para conseguir una buena coagulación de la sangre, evitando hemorragias nasales. Este taponamiento se mantiene dos o tres días. Pasado este tiempo, se retira el taponamiento y se comienza a respirar por la nariz, al principio con alguna dificultad, debido a la hinchazón y a las costras, ambas propias de la operación. Poco a poco se va restableciendo la mucosa nasal y la respiración se mejora considerablemente, siendo normal, en la mayoría de los casos, en algunas semanas.
¿Tiene complicaciones este tipo de cirugía?
En alguna ocasión, puede producirse una corrección insuficiente de la deformidad del tabique, o una perforación del propio tabique nasal. Ambas circunstancias pueden ser corregidas mediante una nueva operación.
¿Se puede hacer algo para evitar la desviación del tabique nasal?
En relación con los niños, inculcarles buenos hábitos de higiene, y vigilar que no sufran problemas de obstrucción nasal. En relación con los adultos, fundamentalmente la protección de la cara, en aquellas situaciones de grave riesgo de accidentes, como la práctica de determinados deportes y la conducción de motocicletas y automóviles.
Un buen consejo
Una mínima desviación del tabique nasal, o un pequeño resalte en el tabique que no impidan la normal respiración nasal, son situaciones que padecemos casi todas las personas. Únicamente hay que ponerse en contacto con el médico cuando la desviación del tabique nasal obstruya uno o ambos orificios.