Franz Kafka nació en Praga el 3 de Julio de 1883, hijo de una relativamente acomodada familia de comerciantes, pertenecientes la minoría judía de lengua alemana. A los 23 años obtiene el título de Doctor en Derecho, pero a pesar de ello, trabaja como empleado en varias compañías de seguros. Su padre, un comerciante, fue una figura dominante cuya influencia impregnó la obra de su hijo y que, según él mismo, agobió su existencia. En Carta al padre, escrita en 1919, pero publicada, como casi toda su obra, póstumamente, Kafka expresa sus sentimientos de inferioridad y de rechazo paterno. A pesar de ello, algunos argumentan que la sombría imagen de un ser permanentemente angustiado y triste es legendaria y totalmente incierta. Y que Kafka era un ser alegre, bromista, cordial y profundamente comunicativo, dueño de una vigorosa alegría de vivir y, por ello, enfrentó con poderosa fuerza interior las angustias de su difícil vida familiar.
Kafka vivió con su familia la mayor parte de su existencia y no llegó a casarse, aunque estuvo prometido en dos ocasiones. Su difícil relación con Felice Bauer, una joven alemana a la que pretendió entre 1912 y 1917, puede ser analizada en Cartas a Felice (1967).
Abandonó su trabajo por una revelde tuberculosis, que trató de superar primero junto al lago de Garda y después en Merano, hasta que en 1920 tuvo que internarse en el sanatorio de Kierling, cerca de Viena, donde murió finalmente el 3 de junio de 1924.
Su más íntimo amigo, el crítico y escritor Max Brod, hace caso omiso de su última voluntad y en lugar de destruir sus obras, da a conocer al mundo su genio literario, ya manifestado en La Metamorfosis (1915) a través de la publicación de El Proceso (1925), El Castillo (1926) y América (1931)