Y pese a todo este dolor, el de la ausencia, el de la espera, el de la distancia, el de esta soledad que me oprime, pese a todos ellos, a la herida y a la cicatriz que deja, más triste sería no haber tenido noción de ti en absoluto. No sé por qué, simplemente saber que existes me colma de luces la mirada, que he de velar para que no declame, a fuerza de brillos, tu nombre. Y hasta el cielo luce de perenne azul vestido, aunque celajes de lluvia lo corone. No sé por qué, en mi corazón, si estás, incluso en invierno afloran jazmines cual primavera, y cuando extraño por largo tiempo tu presencia, se me recubre de fuliginosos carámbanos. No sé si, de no haberte conocido, mi vida sería diferente, sólo sé que entre el duelo de añorarte y la aflicción que para mi pasión supondría el no saberte, me quedo con el bocado que en mis entrañas la nostalgia prende. © Trini Reina
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