Tiene la luz mil dedos; con todos me acaricia; para ella me desnudo, y a su tacto me entrego. Ay, que tu mano duerme, que no se beneficia de este ávido momento que no precisa ruego.
Brevería Nº 2001
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“El ser humano es el único animal que tropieza dos veces en la misma piedra”. (Anónimo)
Con su estrenada libertad del brazo, tan desasosegada, tan ligera, reiniciando la vida a su manera, dejando atrás polémica y portazo;
¿indagarán sus ojos el reemplazo en que la fe pletórica supera la racionalidad, que se atrinchera en la precariedad de cada lazo?
¿Caerá en la trampa ilógica, impulsiva, de que desde su nueva perspectiva adquiere una visión de madurez?
¿O frenará su afán, reconociendo que el mismo error se puede ir repitiendo, absurdamente, una y otra vez?
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Candilejas - Saxofón
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