Saboreo cada acto. Soy un enamorado de la vida.
No es suficiente querer despertar, sino despertar.
El deseo de hacerlo bien será una interferencia.
Volvamos a conquistar la vida, enamorémonos otra vez de ella.
La mejor manera de ser feliz es: ’ser feliz’.
Reconstruye tu raíz y saborea la vida.
Siendo feliz, con lucidez, no hay necesidades innecesarias.
La meta no existe, el camino y la meta son lo mismo.
No tenemos que correr hacia ninguna parte, sólo saber dar cada paso plenamente.
No, no te resistas, ríndete a la vida, y la vida se rendirá a tus pies.
Soy una encarnación de la divinidad, más si me percibes como guerrero:
mi espada es el amor,
mi escudo el humor,
mi hogar la coherencia,
mi texto la libertad.
Quien acepta lo que es y se habilita para hacer lo que puede, encarna las utopías, y lo imposible se pone a disposición.
La frivolidad y la intrascendencia condenan la vida a la muerte. El silencio y la simplicidad son la clave.
Nuestro potencial interior aflora espontáneamente cuando nos dejamos en paz.
Hagamos nuestro camino como agua fluyendo. Mas no permitas que el cauce esclavice al río, no sea que en vez de un camino tengas una cárcel.
El amor es la esencia de nuestra instancia inmunológica. Toda carencia, toda enfermedad es falta de…
La vida es un canto a la belleza, una convocatoria a la transparencia. Cuando lo descubras desde la vivencia, el viento volverá a ser tu amigo, el árbol se tornará en maestro y el amanecer en ritual