INGREDIENTES:
FAMILIA (es aquí donde todo comienza)
AMIGOS (nunca deben faltar)
RABIA (si existe que sea POCA)
PACIENCIA (la mayor cantidad posible)
LAGRIMAS (secarlas todas)
SONRISAS (las más variadas)
PAZ (en gran cantidad)
PERDÓN (muchísimo y de diversas maneras)
ENEMIGOS (de ser posible, ninguno)
ESPERANZA (no perderla jamás)
CORAZÓN (mientras más grande, mejor!)
AMOR (puede abusar)
CARIÑO (importante!!!)
SUEÑOS E ILUSIONES (todos los que tengas)
AGRADECIMIENTO (por nada del mundo podría faltar)
DIOS (es la esencia de la receta)
MODO DE PREPARAR:
Reúne a tu familia y tus amigos.
Olvídate de los momentos de rabia y desesperación pasados.
Si necesitas, usa toda tu paciencia.
Seca las lágrimas y sustitúyelas por sonrisas.
Junta la paz y el perdón y ofrécelo a tus enemigos.
Deja que la esperanza crezca en tu corazón.
Agregar a la mezcla anterior, todo el amor y el agradecimiento que tengas y
muchísimas ganas y cariño.
Poco a poco ve incorporándole a la receta, tus sueños y tus ilusiones.
Y colocándolo al calor de tus esperanzas, encomienda todo a Dios.