EXTRAÑA AMIGA...
Mi alma gime triste
por haberte perdido
y te llama en silencio
para no hacerte olvido…
Se pierde en la distancia
de lo que nunca ha sido
y besa el aire el rezo
porque no estás conmigo…
¡Te marchaste en silencio…!
¡Me he quedado vacío…!
Me engañaron tus actos
que no tenían sentido,
dando vida a los pájaros
que en mi estaban dormidos
y que al remontar vuelo
se murieron de frío…
¡Te marchaste en silencio…!
¡Me he quedado vacío…!
Y te busco en mis días
para seguirte amando…
¡Pero no estás…!
¡No existes…!
¡Eres solo la imagen
de lo que nunca ha sido…!
¿Dónde estarán tus ojos?
Que los sentí tan míos…
¿Dónde tu risa alegre?
Que perdió su sonido…
¿Dónde tus blancas manos?
palomas sin su nido…
¡Te marchaste en silencio…!
¡Me he quedado vacío…!
¡Si pudiera encontrarte…!
Pero sé que has partido
y que ahora el buscarte
no tendría sentido,
porque aunque te encontrara
¡Tu…!
Tu…
¡Ya no eres lo mío…!
¡No estás aunque te vea…!
¡No siento tu presencia…!
¡Estás adormecida
en el lecho del mundo…!
Te veo cómo muerta…
Si pudiera borrarte
de los labios la herida
y del pecho el recuerdo
de lo que fue mentira,
y lavar con mi boca
de tu boca el engaño
y sentirte como antes…
Amarte como antes…
¡Ay Mi Amor…!
¡Si pudiera…!
Remontarme en mis sueños
en cada nuevo encuentro,
y sentir en un tiempo,
lo que ahora no siento…
Pero No…
No estás aunque te vea…
No siento tu presencia…
Te has marchado en silencio…
Me he quedado vacío…
Ya no es más, lo que era…
Solamente ha quedado:
un adiós sin partida
que no espera un regreso;
pese a estar cada día …
¡Serás siempre una extraña
aunque te llame: amiga…!