Plantas para los Trastornos Digestivos
Frente a los tratamientos químicos, podemos disponer de una gran variedad de plantas medicinales que nos ayudarán a aliviar los trastornos digestivos
Las plantas medicinales se han utilizado desde tiempos remotos con fines curativos. Durante mucho tiempo, estas plantas medicinales, junto a otros recursos naturales, fueron los únicos medios de los que disponían los curanderos. Con el paso del tiempo, se han ido profundizando en el conocimiento de las propiedades medicinales de las plantas.
La fitoterapia, nombre con el que se conoce el uso medicinal de las plantas, continúa en vigencia hoy en día. Muchas de las fórmulas medicinales utilizadas por los antiguos egipcios, griegos o romanos se siguen usando hoy en día.
Los fitoterapeutas defienden que, frente a los tratamientos químicos, las plantas medicinales ofrecen numerosas ventajas. Los principios activos están equilibrados en las especies vegetales por la presencia de sustancias complementarias, que se potencian entre sí, no se acumulan en el organismo y limitan los efectos secundarios.
Una de la primeras recomendaciones en el uso de especies vegetales con fines terapéuticos prestar atención a la forma de recolección y conservación de las plantas. Hay que tener en cuenta que las células vegetales, desde el mismo momento de recolectarlas, sufren un cierto número de transformaciones. Al separar la raíz, se interrumpe el flujo alimenticio y de transpiración, con lo que las enzimas que contiene, y que antes favorecían la formación de materias activas, comienzas a degradarse. Una incorrecta recolección y conservación acentúa la producción de materias de degradación, perdiendo la planta sus propiedades.
Plantas para trastornos digestivos
Existen una gran variedad de plantas medicinales para el tratamiento de trastornos digestivos. Algunas poseen principios amargos, como la centáurea menor, achicoria, cardo santo, lúpulo, marrubio, manzanilla amarga, trébol de agua; otras tienen propiedades antiflatulentas, como el comino, el anís estrellado y el verde, el hinojo, la menta o la melisa; otras son muy útiles como antiúlcera gastroduodenal, como el regaliz, el llantén o el malvavisco; la angélica, la melisa, la milenrama, la caléndula maravilla, el coriandro, la lavanda, la albahaca, la salvia o el romero tienen efectos antiespasmódicos digestivos.
Centáurea Menor: se conoce también como "hiel de tierra", por su fuerte sabor amargo. Se emplean las partes con flor. Aunque también se utiliza para combatir la fiebre, es una excelente estimulante de la secreción gástrica. Está recomendada en el tratamiento de la falta de apetito, atonía digestiva, digestiones pesadas, trastornos de la vesícula biliar, flatulencia, espasmos.
Manzanilla amarga: se emplean las flores. Es útil en dispepsia, aerofagia, digestiones difíciles, espasmos digestivos, vómitos nerviosos, jaquecas, neuralgias, trastornos de la menstruación.
Hinojo: se utilizan sobre todo los frutos, aunque a veces también se utilizan la raíz y las hojas. Contiene aceite esencial, rico en anetol, estragol, canfeno, fenona, carburos terpénicos que le confieren propiedades antiflatulentas, antiespasmódicas y diuréticas.
Se utiliza en general en trastornos digestivos, como digestiones lentas y pesadas, aerofagias, espasmos gastrointestinales, anorexia.
A dosis fuertes es convulsivante del sistema nervioso central, pudiendo producir crisis epileptiformes, seguidos de depresión y somnolencia.
AnísVerde: es una de las hierbas aromáticas más antiguas que se conocen. Se utilizan los frutos. Tiene acción estomática, carminativa (facilita la eliminación de gases intestinales), antiespasmódica, inhibe las fermentaciones intestinales, expectorante y galactogoga.
Anís estrellado: se utilizan los frutos, que están formados por 6 - 10 folículos reunidos en forma de estrella. Está indicada en gastroenteritis, meteorismos y espasmos gástricos e intestinales.
La esencia, por su alto contenido en anetol, puede resultar tóxica a dosis elevadas, produciendo narcolepsia, delirio, anestesia y convulsiones. La intoxicación puede también producirse al confundirlo con el anís estrellado bastardo (Illicium religiosa), rico en alcaloides tóxicos.
Comino: posee una acción carminativa, impidiendo la formación y favoreciendo la eliminación de gases intestinales. Se recomienda en casos de atomización digestiva, aerofagia, digestiones lentas e inapetencia.
Menta: existe una gran variedad de especies de menta, pero la piperina es hoy en día la más utilizada. Se utilizan las hojas y las flores. Por su contenido en mentol es antiséptica intestinal y anestésica, y su contenido en flavonoides le confiere propiedades estomáquicas (estimula la secreción de jugos gástricos), carminativas, antiespasmódicas, coleréticas y colagogas.
Regaliz: se emplea la raíz y el rizoma. La glicirina aumenta la secreción de mucus gástrico. Es útil en bronquitis, tos, úlcera digestivas, ardor de estómago, hemorroides y en diversas dermatitis. En dosis elevadas puede producir hipertensión, dolor de cabeza, edemas, debilidad muscular o calambres. No debe ser tomado por personas en tratamiento con corticoides o antihipertensivos.
Angélica: se utiliza la raíz, en dispepsias, aerofagias, atonías digestivas, espasmos digestivos de origen nervioso, falta de apetito, jaquecas de origen nervioso, ansiedad, insomnio.
Melisa: se utilizan los tallos con las hojas. Posee propiedades antiespasmódicas, carminativas, eurépticas. Forma parte del producto llamado "Agua del Carmen", junto a la canela, el clavo, la nuez moscada, el coriandro y la angélica, remedio popular empleado desde antiguo para afecciones digestivas.
Manzanilla dulce: es una planta muy conocida y utilizada desde la antigüedad. Los egipcios, romanos y griegos la utilizaban contra las enfermedades del hígado y los dolores intestinales. En uso interno se usa como tónico amargo, estomáquica, carminativa, colerética, diurética, antiulcerosa y emenagoga. Indicada en gastritis, úlceras gastroduodenales, espasmos gastrointestinales, vómitos, digestiones lentas, meteorismo, dispepsias biliares.