Siempre he oído decir que el montar en bicicleta nunca se olvida...
Podemos tirarnos muchísimos años sin subir a una, pero nuestras neuronas recuerdan perfectamente como se pedalea.
Según ha comprobado un estudio de la University College de Londres, cuando montamos en una bici, sin haberlo hecho quizás en décadas, nuestro cerebro recupera lo que aprendimos de niños... primero con tres ruedas, luego con cuatro, y al final con dos... eso dejó en nuestro cerebro una huella neurológica indeleble. El pedaleo quedó grabado en las sinapsis (conexiones entre neuronas), que se formaron como si fuera una fotografía. Por eso, al montar de nuevo en una bicicleta lo hacemos como si hubiera sido ayer mismo cuando montamos por última vez.