Falta de Memoria
Podemos padecer de falta de memoria por muchas causas, nosotros vamos a dar unos consejos para evitar, en la medida de lo posible, esa falta de memoria.
Definición de la falta de memoria
La memoria es nuestra capacidad de recordar una información determinada (datos, olores, emociones, lugares, etc.) Existe una memoria inmediata y una antigua. Es curioso que haya personas que no recuerdan que han comido ayer y en cambio se acuerdan de cosas que ocurrieron hace 40 años.
La capacidad de concentración, el nivel de estrés, la dieta, la edad, la tendencia genética, la calidad del sueño, los hábitos tóxicos y la actividad intelectual son factores importantes a la hora de contar con una buena o mala memoria.
Interpretación Emocional de la falta de memoria
Olvidar es intentar esconder cosas o aspectos de nuestra vida que no nos gustan. Es un intento de borrar el pasado y empezar de nuevo pero nuestra capacidad de aceptar cualquier cosa nueva del exterior (amor, ayuda, aprender cosas nuevas, etc.) también se ha bloqueado y por eso no vale la pena ni intentar recordarlas y asimilarlas.
Emoción positiva para la falta de memoria
Acepto mi pasado, no me siento culpable de mis actos pasados sino que intento aprender para no repetir los mismos errores. Todo mi ser está abierto a aprender e integrar nuevas cosas.
Fitoterapia para la falta de memoria
El Ginko Biloba mejora el riego sanguíneo cerebral, aumenta el aporte de oxigeno a la cabeza y actúa como un gran antioxidante.
El Romero y la Vincapervinca son también plantas que favorecen la buena memoria.
Nutrición para la falta de memoria
En primer lugar hemos de eliminar los hábitos tóxicos como el alcohol, tabaco y las drogas ya que favorecen los radicales libres y sobre todo interfieren en la síntesis de neurotransmisores.
Equilibrar nuestra dieta a fin de que no nos falten antioxidantes (principalmente vitamina A, C, E y Selenio) Aumentaremos el consumo de fruta, verduras, legumbres y los cereales integrales y en cambio disminuiremos o eliminaremos las carnes rojas, embutidos, grasas y alimentos refinados e industrializados.
Organizaremos nuestra dieta a fin de no pasar más de 5 horas sin comer, a fin de evitar Hipoglucemias. Nuestro cerebro necesita combustible de forma continua. Es importante mantener, por ello, equilibrado nuestro nivel de azúcar (glucosa) en sangre.
Cuidar que no falte la proteína en la dieta también ayudará en esta labor.
El exceso de azúcar tampoco nos conviene ya que favorece las hipoglucemias. Es mejor buscar endulzantes como la Stevia, Agave, melazas, fructosa, etc.
Una sangre libre de grasas es imprescindible para que las arterias que nutren nuestro cerebro lo hagan correctamente. El ajo, la lecitina de soja, la fibra y los ácidos grasos son nuestras mejores armas.
La falta de vitamina B12, ácido fólico y hierro también pueden repercutir en nuestra capacidad mental.
Las algas marinas nos ayudarán a evitar el hipotiroidismo y la acumulación de metales pesados que también pueden ser responsables del empeoramiento intelectual.
Otros consejos para la falta de memoria
Los especialistas recomiendan ejercitar la memoria practicando con cosas simples (la lista de la compra, recordar detalles de una película o un libro, números de teléfono de amigos o familiares, qué hemos desayunado ayer, que ropa llevábamos, etc.
Los juegos de mesa y los crucigramas también nos ayudan a mantener nuestra agilidad mental.
Practicar deporte o dar caminatas es esencial para lograr una buena oxigenación de nuestro organismo, sobre todo de nuestro sistema nervioso.
El masaje, la osteopatía y la quiropráctica son algunas técnicas o terapias que favorecen el riego sanguíneo cerebral ya que ayudan a descontracturar la zona cervical, responsable de que pase más o menos cantidad de sangre.
Reducir o tratar de eliminar el estrés con psicoterapia, yoga, relajación, mejor planificación de tareas, priorizar nuestras necesidades, etc.
Las visualizaciones también pueden sernos de gran ayuda.
Siempre que observemos un empeoramiento importante de nuestra memoria no hemos de dudar en acudir a nuestro médico a fin de averiguar su causa y seguir el tratamiento adecuado.