ENTRADA TRIUNFAL EN JERUSALÉN
— Entrada solemne, y a la vez sencilla, en Jerusalén. Jesús da cumplimiento a las antiguas profecías.
— El Señor llora sobre la ciudad. Correspondencia a la gracia.
— Alegría y dolor en este día: coherencia para seguir a Cristo hasta la Cruz.
I. «Venid, y al mismo tiempo que ascendemos al monte de los Olivos, salgamos al encuentro de Cristo, que vuelve hoy de Betania y, por propia voluntad, se apresura hacia su venerable y dichosa pasión, para llevar a plenitud el misterio de la salvación de los hombres»1.<%