El amor no es suficiente
Las películas de Hollywood nos han mostrado miles de veces que el amor "todo lo puede", que el amor salva y cura a las personas, etc. Esto procede seguramente de los idealismos moralistas Oo crianzas erradas- Sin embargo, desgraciadamente, las cosas no son tan fáciles. ¡Ojalá lo fuesen! El amor es, desde luego, tal como también repetimos en estas páginas, fundamental. Pero... no es suficiente.
De nada sirve, por ejemplo, tener un buen coche y el depósito lleno de gasolina... si no sabes a dónde ir. O si no sabes conducir u orientarte por las autopistas. O si, queriendo ir muy lejos, no dispones de algún buen mapa... Necesitas, pues, algo más que un buen vehículo -en este caso, el amor- para llegar a alguna parte. Necesitas conocimiento. Algún tipo de luz y guía. O de experiencia previa. Necesitas, en suma, algún grado de consciencia.
Es verdad que el amor previene la infelicidad, los trastornos neuróticos. Pero, paradójicamente, no puede curarlos. Una vez establecidos los síntomas ansiedades, depresión, adicciones, problemas de personalidad, el amor de tus seres queridos no bastará para mejorarte. Te hará falta iluminar tu situación con el faro de la consciencia para lograrlo. ¿Por qué? Porque, la mayoría de las causas de tu dolor no son evidentes, sino que están ocultas, soslayadas, camufladas en ese "sótano" que llamamos inconsciente. Y ni siquiera el amor puede acceder a esa zona privada de ti mismo. Sólo una minuciosa lucidez exploradora podría ayudarte a ello.
Es precisamente esto lo que caracteriza a las psicoterapias respecto al amor. La psicoterapia es la linterna. Se trata del instrumento que te proporciona luz; que te enseña a mirar, a descubrir, a comprender los verdaderos motivos de tus problemas, y de las cosas en general. La psicoterapia es, en otras palabras, la experiencia que te abre los ojos para siempre.
Por eso, en fin, el amor no basta. Un amor profundo y bienintencionado, pero miope, no sólo no cura a nadie, sino que puede ser incluso más nocivo que el desamor. ¡Cuántos graves errores hemos cometido, en efecto, "por amor"! Igualmente, una gran lucidez, pero sin afecto, será inútil, dolorosa, incluso dañina. Sólo la síntesis, la sabia combinación de ambas cosas, amor y consciencia el "amor maduro"-, te ayudará recobrar la felicidad.