Fruta procedente del extremo Oriente, se cría en climas cálidos, de sabor ácido y amargo, por tanto y sólo por su sabor posee propiedades sobre el hígado, vesícula biliar y corazón.
Contiene un 90 por cien de agua, proteínas:0,6, hidratos de carbono: 5,3, fibra: 0,6, contiene 22 kilocalorías por 100 gramos, muy rico en vitamina C , P, B-1, B-2, minerales como calcio, fósforo, potasio, magnesio, azufre, cloro, hierro, cobre, manganeso.
Su consumo se popularizó hace unos años en las dietas para la obesidad, con propiedades diuréticas y depurativas.
Favorece la eliminación de toxinas, activa las funciones renales, digestivas y hepáticas.
Activa las glándulas suprarrenales (muy importantes para mantener un buen nivel de energía).
Es antihemorrágica.
Mejora la prostatitis o inflamación de la próstata.
Ayuda a eliminar los parásitos intestinales, es refrescante.
Estimula la formación adecuada de glóbulos blancos.
Baja la tensión cuando está alta
Indicado en los problemas pulmonares y respiratorios, cuando las defensas están bajas, en las hemorragias o cuando se forman cardenales o hematomas con frecuencia, en intoxicaciones por alimentos, en la artritis, anorexia, en el cansancio, cuando hay dificultad para digerir la comida y en la obesidad.
Consejo: se puede tomar diluido con agua para rebajar su sabor amargo- ácido.