Insuficiencia Renal Cronica
Los riñones presentan una gran cantidad de funciones. Entre ellas destacan las siguientes:
Filtrar la sangre consiguiendo la eliminación de los productos tóxicos y de desecho. Así, eliminalas sustancias nocivas producidas por el propio cuerpo (urea, creatinina, etc.) como algunos fármacos una vez metabolizados (es decir, que han dejado realizar su función o se han transformado en sustancias nocivas).
Mantenimiento de la presión arterial mediante la eliminación de agua y la secreción de hormonas.
Retener nutrientes (proteínas, glucosa y vitaminas) y hormonas
Descripción
Si la función renal se va haciendo más lenta y el riñón se lesiona gradualmente, se desencadena la incapacidad de éste para realizar su trabajo. Este fenómeno se llama insuficiencia renal crónica porque el problema se desencadena y desarrolla lentamente, pudiendo llevar al riñón a que deje de funcionar.
Cuando ambos riñones fallan, el cuerpo comienza a retener líquido y sustancias nocivas. Entonces la presión sanguínea sube, aparecen edemas, el organismo no produce suficientes glóbulos rojos (comienza a producirse anemia), etc. Cuando esto sucede, es necesario recurrir a tratamientos que sustituyan el trabajo de los riñones.
Causas
La insuficiencia renal crónica puede ser producida por una gran variedad de causas:
Infecciones
Medicamentos
Lesiones
Enfermedades renales: inflamación de la unidad funcional del riñón y nefropatías en general
Diabetes
Hipertensión
Aterosclerosis
Sea cual sea la causa, el problema es que el riñón deja de realizar su función de filtrado y puede llegar a instaurarse de forma eventual o permanente un proceso caracterizado por el incremento y acumulación de sustancias tóxicas en la sangre, especialmente urea, denominado uremia.
Signos y Síntomas
En los primeros momentos de la enfermedad no suelen manifestarse síntomas, pero a medida que ésta evoluciona, avanza y se desarrolla pueden aparecer los siguientes síntomas:
Fatiga
Disminución de la agudeza mental
Entumecimiento, dolores o espasmos musculares en los brazos o piernas
Dolores de cabeza
Visión borrosa
Pérdida del apetito
Náuseas
Vómitos
Coloración marrón amarillenta de la piel
Comezón en la piel
Pérdida de peso
Insuficiencia cardíaca congestiva (Incapacidad del corazón para bombear la sangre y su consiguiente dilatación)
Convulsiones
Estado de coma
Llamando al Médico
Si observa algún cambio de color en la orina o en la frecuencia y característica de la micción (orinar) debe consultar a su médico. Así mismo, sí está bajo tratamiento por insuficiencia renal crónica debe visitarlo periódicamente para su evaluación y reajuste de tratamiento.
El diagnóstico de la insuficiencia renal crónica se realiza mediante el análisis de sangre y orina. El primer síntoma suele ser la presencia de proteínas en la orina, junto con aumentos de urea y creatinina en sangre. También se pueden realizar: radiografías, biopsias, exámenes de riñón, etc. El tratamiento varía con el grado de desarrollo de la enfermedad.
Tratamiento
Atendiendo a los resultados de los análisis, el doctor indicará un tratamiento para corregir la causa, reducir el trabajo de los riñones y controlar la presión sanguínea que puede agravar esta enfermedad. Esto puede lograrse con dieta y los medicamentos precisos.
Si esto no soluciona el problema y restablece la función normal, el médico considerará alternativas como:
Hemodiálisis: El objetivo de este procedimiento es sustituir la acción limpiadora y filtradora del riñón. Extrae del cuerpo la sal, exceso de líquido y desechos tóxicos. Ayudando a mantener en la persona un control de la presión arterial y de la composición del organismo. La sangre pasa por un dializador, es decir un filtro de características especiales capaz de limpiar la sangre. (ilustración)
Antes de iniciar el proceso, el médico debe tomar un acceso al torrente sanguíneo, para que la sangre pueda ir de su organismo al dializador y de éste, nuevamente, al cuerpo.
Hoy día existe la posibilidad de realizar la hemodiálisis tanto en el hospital como en el domicilio, lugar éste último donde requerirá la ayuda de un familiar o amigo.
Las sesiones de hemodiálisis se realizan tres veces por semana y requieren entre 2 y cuatro horas. Durante este periodo el paciente puede leer, escribir, conversar, dormir o ver televisión.
Para la realización de la hemodiálisis se requiere seguir un regimen alimenticio. El dietista puede ayudarle a plantear las comidas de acuerdo con las recomendaciones y tratamiento indicado por el médico. Al elegir los alimentos, recuerde lo siguiente:
Coma cantidades equilibradas de alimentos ricos en proteínas, como carne y pollo. El cuerpo utiliza mejor las proteínas animales.
Vigile la cantidad de potasio que tome.
Disminuya la cantidad de líquidos que bebe
Evite la sal debido a que retiene agua
Restrinja la ingesta de leche, queso, nueces, frijoles y bebidas gaseosas. Se trata de alimentos ricos en fósforo, cuyo exceso provoca la pérdida de calcio en los huesos.
Diálisis peritoneal: Se trata de otro procedimiento para reemplazar la función del riñón. En este tipo de diálisis se aprovecha el propio revestimiento del interior del abdomen (membrana peritoneal) para limpiar la sangre.
En este proceso una solución purificadora, llamada dializante, se introduce en el abdomen mediante un dispositivo especial, consiguiendo que los productos de desecho y sustancias nocivas pasen desde los pequeños vasos presentes en la membrana peritoneal al dializado. Después de varias horas se drena el abdomen (se saca el líquido introducido en el abdomen) y a continuación se repite el proceso.
Antes de realizar el primer tratamiento, el cirujano introduce en el abdomen un pequeño tubo (catéter) para la entrada y salida del líquido dializado.
Existen tres tipos de diálisis peritoneal:
Diálisis Peritoneal Ambulatoria Continua (CAPD): Es la forma más común y puede realizarse en cualquier sitio limpio y bien iluminado. Con este procedimiento la sangre está siendo purificada todo el tiempo.
Diálisis Peritoneal Cíclica Continua (CCPD): Similar a la CAPD, excepto que se conecta al catéter una máquina que llena y drena el dializado del abdomen.
Diálisis Peritoneal Intermitente: Emplea un funcionamiento similar a la CCPD pero por lo general se realiza en el hospital.
El tiempo de duración de estos procedimientos varía según el mismo. Para CAPD el dializado queda en el abdomen entre 4 y 6 horas, por lo que la mayoría de las personas cambian la solución cuatro veces al día. La CCPD dura entre 10 y 12 horas y se realiza por las noches. Y la IPD se realiza varias veces a la semana por un total de 36 a 42 horas.
La preparación para estos procedimientos requiere de una dieta, algo diferente a la recomendada para la hemodiálisis:
Permite ingerir más sal y líquidos
Permite comer más proteínas
Las restricciones de potasio son más relativas
Podría ser necesario reducir el número de caloría ingeridas.
Trasplante de riñón: Se trata de una cirugía mayor, a la que el paciente debe de acompañar con la toma de medicamentos por el resto de su vida para impedir un rechazo del órgano.
Cuidados
Los cuidados que uno puede realizar, van enfocados a la prevención de que no aparezca la insuficiencia renal crónica, y consisten en controlar mediante cambios de dieta y otras alternativas terapéuticas otras enfermedades existentes:
Controlar la hipertensión (tensión alta)
Seguir una dieta adecuada y tomar la medicación necesaria para controlar los niveles de glucosa en la Diabetes.
Así, si tiene diabetes o hipertensión y su médico le recomienda un cambio en el estilo de vida, hágalo. De otro lado, ante cualquier infección de la vejiga o de los riñones acuda a su médico. Finalmente, cuando tome un medicamento siga cuidadosamente las instrucciones.