Se habla de una nueva generación de niños, los índigo (el color de sus auras) y los cristal, (muy armoniosos) que no se adaptan a las reglas, que parecen adivinar lo que pensamos, que su mirada es transparente y emana amor, que muchas veces son demasiado adultos para su edad, ellos necesitan nuestra ayuda y para eso necesitamos aprender los unos de los otros y no creer que los adultos lo saben todo.