Solo tú y yo sabemos lo que ignora la gente al cambiar un saludo ceremonioso y frío, porque nadie sospecha que es falso tu desvío, ni cuánto amor esconde mi gesto indiferente.
Solo tú y yo sabemos porqué mi boca miente, relatando la historia de un fugaz amorío; y tú apenas me escuchas y yo no te sonrío... y aún nos arde en los labios algún beso reciente.
Solo tú y yo sabemos que tu corazón y el mío, aunque se, separen nunca se olvidaran
y que siempre corerar esas palpitasiones,
como la corriente de un río, se unen secretamente.

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