En virtud de la resolución A/RES/63/139 de fecha 11 de diciembre de 2008, la Asamblea General decide:
«...designar el 19 de agosto Día Mundial de la Asistencia Humanitaria para contribuir a que el público cobre mayor conciencia de las actividades de asistencia humanitaria en todo el mundo y de la importancia que reviste la cooperación internacional en este sentido, así como para rendir homenaje a todo el personal de asistencia humanitaria, incluido el personal de las Naciones Unidas y el personal asociado, que ha trabajado en la promoción de la causa humanitaria y a quienes han perecido en el ejercicio de sus funciones, e invita a todos los Estados Miembros y las entidades del sistema de las Naciones Unidas, dentro de los límites de los recursos existentes, así como a otras organizaciones internacionales y no gubernamentales, a que lo celebren debidamente todos los años.»
Mensajes claves
En los últimos 20 años, la habilidad de respuesta rápida, efectiva y predecible de la comunidad humanitaria ante las crisis naturales e inducidas por el hombre ha mejorado más allá de todo reconocimiento.
Esto se debe fundamentalmente a la dedicación de miles de trabajadores de cooperación quienes han entregado sus vidas a la labor humanitaria, alineando el idealismo con la acción, y los principios con la práctica. Sus quehaceres de forma abnegada y sin intereses políticos son vitales para la aceptación necesaria de parte de todos aquellos preocupados por que la ayuda a los necesitados sea proveída de manera neutral e imparcial, sin referencia a la religión, al género o la raza.
Esta inauguración del Día Mundial de la Asistencia Humanitaria esta, en parte, dedicada a la conmemoración de todos los trabajadores de ayuda y cooperación que han perdido sus vidas al llevarle ayuda a otros; siendo la mayor parte de ellos oriundos de las comunidades donde ofrecen ayuda.
Entre estos profesionales dedicados, se encuentra uno de los grandes humanitarios Sergio Vieira de Mello, quien murió un día como hoy en el año 2003 junto a otros 21 colegas en el bombardeo del Hotel Canal en Bagdad. Su memoria debe servir como inspiración para todos nosotros que realizamos el trabajo humanitario hoy en día, aun cuando nuestros esfuerzos de ayuda en muchos países continúan siendo limitados por los frecuentes incrementos de violencia y ataques dirigidos al personal humanitario.
Aunque bastante ha sido alcanzado, los retos que miles de personas enfrentan alrededor del mundo aun son enormes, y la necesidad de tener ayuda humanitaria efectiva y con principios es mayor que nunca.
Las necesidades humanitarias aumentan más rápido que el de nuestra habilidad de lidiar con ellas. Conflictos de muchos años de trasfondo y con dificultad de seguimiento aun afectan de manera inconsciente a los civiles. Los riesgos de desastres naturales son cada vez más frecuentes y severos. La comunidad humanitaria internacional esta enfrentando nuevos retos generados por la combinación de efectos de mega-tendencia global: cambio climático, pobreza crónica, crisis alimentaria y financiera, escasez de agua y energía, migración, crecimiento de la población, urbanización y pandemias.
Fuente: Oficina de las Naciones Unidas para la Coordinación de Asuntos Humanitarios (OCAH)