Cómo vencer el miedo…
Según el Diccionario de la Real Lengua Española la palabra “miedo”, se define de la siguiente manera: “Es una perturbación angustiosa del ánimo por un riesgo o mal que realmente amenaza o que finge la imaginación. Recelo que uno tiene de que le suceda una cosa contraria a lo que deseaba” Tenemos infinidad de miedos, pánicos, fobias, tanto a problemas o situaciones simples, como a otros muy complejos.
Todo depende de las situaciones y circunstancias que uno haya pasado o esté pasando.
Generalmente al sentir miedo recurrimos a terapias, que algunas veces nos ayudan, pero que siempre resultan costosas y que además demandan mucho tiempo. Hay situaciones de nuestra niñez que nos han dejado marcas, pensamos que todo cambiará con el paso de los años, pero generalmente sólo logramos que estos miedos se arraiguen en nuestra mente, en nuestro subconsciente y no nos permitan vivir una vida victoriosa y abundante, como planeó nuestro Creador.
Hay momentos en los que cuando nosotros deberíamos estar disfrutando de la vida, de repente aparece el temo y nos toma por sorpresa. El temor lo estropea todo y nos frena constantemente en aquellas cosas que deseamos y nos gustaría hacer. Eso explica que muchos de nosotros perdamos oportunidades maravillosas en la vida, debido a esta anaconda asfixiante que es el miedo. La preocupación es la prima desagradable del temor. Cuando los dos se ponen de acuerdo y te vienen a visitar el resultado en ti será el mismo que el de la arena en un motor, te dejará fuera de servicio. Sólo Dios nos da la victoria sobre el temor y la preocupación; con su poder, su amor y el dominio propio. Si tú has recibido a Jesús en tu corazón y crees de verdad que Él puede, ser de tu Señor y Salvador, será, (con todo respeto) tu guardaespaldas personal, sólo tienes que decirle: “Señor Jesús, protégeme”, eso es todo, así de simple.
Si tienes que realizar un viaje, estás viviendo circunstancias adversas, enfrentarte a un grupo de hombres armados que pretenden robarte, o simplemente cuando te acuestas por la noche, no tengas temor, solo ríndete a Él y abandónate en Sus manos. Supongamos que tienes el más poderoso insecticida y de pronto en tu mesa aparece una cucaracha desafiante.
Tú sabes perfectamente que con sólo apretar el spray, este insecto morirá instantáneamente y desaparecerá para siempre de tu vista, pero sin embargo, el pánico te paraliza y sales corriendo. ¿Te imaginas a la cucaracha matándose de risa, y diciendo: qué cobarde es este infeliz?
Jesús nos dice: “Cuando el ladrón llega, se dedica a robar, matar y destruir. Yo he venido para que todos ustedes tengan Vida, y para que la vivan plenamente” Juan 10:10
Una persona no actúa movida por sus deseos, su carácter, su entendimiento o su preparación académica. Depende de lo que está en su interior, de lo que le mueve, le inspira y le impulsa. Si en tu interior permites que Dios sea tu motor, además de quedar libre del temor y de tener vida eterna, te interesarás por los demás y tu vida tendrá sentido.
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