Sudor excesivo en verano: tratamientos para combatirlo
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Es normal que en verano las personas transpiren más de lo debido por las elevadas temperaturas, pero hay quienes sudan más de lo normal, es a lo que se llama hiperhidrosis, que es un síndrome de transpiración anormal, el cual afecta al 2% de la población.
La hiperhidrosis generalmente se presenta en zonas localizadas del cuerpo: manos, axilas, plantas de los pies. El sudor es constante y se exacerba con el estrés y desaparece o cede en las noches y durante el reposo.
La dermatóloga del Hospital Clínico Universidad de Chile, menciona que esta afección es bastante limitante a nivel social, ya que a los pacientes les provoca un stress muy grande.
Según la doctora estos pacientes sufren muchísimo, ya que si les sudan muchos las manos les complica escribir, utilizar modernos instrumentos ópticos reconocedores de la palma o la huella digital. Incluso algunos pacientes se privan del contacto físico con otras personas.
Si las personas con hiperhidrosis tienden a aislarse, les baja su autoestima y evitan el contacto social, los puede llevar a una depresión.
Otros de sus inconvenientes es que pueden ocasionar problemas a la piel, como infecciones, maceraciones o dermatitis. Además, la dermatóloga señala que la hiperhidrosis puede llegar a ser muy molesta y embarazosa. Si afecta las axilas, el paciente puede llegar a necesitar el cambio muy frecuente de su ropa, especialmente durante las estaciones más calurosas. Algunos pacientes recurren a tomar duchas varias veces al día. ".
Este problema afecta mucho a quienes deben atender a público o exponer frente a audiencias, ya que el stress empeora la sudoración.
Tratamientos para la hiperhidrosis
La dermatóloga comenta que cuando la hiperhidrosis es leve, se indica un tratamiento con antisudorales en base a cloruro de aluminio, que tiene un efecto local sobre las glándulas sudoríparas.
Cuando se encuentra en etapa intermedia se puede optar por la iontoforesis, que se aplica en manos y pies. Las extremidades se introducen en una cubeta de agua conectada a una corriente eléctrica que actúa sobre las glándulas sudoríparas; requiere de aplicaciones periódicas dos o tres veces por semana. El problema es que, cuando cesa el tratamiento, la transpiración vuelve a presentarse.
Una tercera alternativa es aplicar localmente bótox, que bloquea la acción del sistema simpático sobre la glándula. Pero su efecto dura entre seis u ocho meses.
El único tratamiento que tiene efecto permanente es la Simpatectomía Video endoscópica que es una cirugía que secciona la cadena simpática dentro del tórax. Se realizan dos incisiones pequeñas a nivel axilar y se introduce una cámara muy fina entre la tercera y cuarta costilla. Luego, se cortan y extraen 8 milímetros de la cadena nerviosa, desconectando la inervación de las glándulas sudoríparas de las manos y axilas. El resultado es inmediato. Se usa en casos severos, calificación que está dada por el nivel de limitación y repercusión de la hiperhidrosis en la vida del paciente. Si la repercusión es menor se recomiendan otros tratamientos.