¿Sabe usted qué es la endocarditis infecciosa?
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La endocarditis infecciosa es una enfermedad cardíaca que en general pasa bastante desapercibida, esto debido a que, principalmente, sus primeras manifestaciones dicen relación con otras dolencias causadas por infecciones cutáneas o dentales.
“La endocarditis infecciosa es una enfermedad muy compleja que, en lo esencial, afecta al endotelio del corazón, capa íntima o interna del corazón, que incluye en forma muy relevante a las válvulas cardíacas”, explica el cardiólogo Dr. Alberto Estévez.
Esta es un padecimiento causado por agentes infecciosos que ingresan al torrente sanguíneo, los más comunes son las bacterias, pero también se origina por otros, como por ejemplo, hongos. Éstos producen una inflamación del revestimiento interior liso del corazón, lo que puede provocar diversas y graves complicaciones.
Heridas en cualquier parte de nuestro organismo pueden permitir el ingreso de dichas bacterias u hongos a nuestra sangre. La gingivitis (inflamación de las encías), infecciones cutáneas o algunos procedimientos quirúrgicos, aumentan el riesgo de padecer endocarditis.
Comúnmente la endocarditis infecciosa se da en pacientes que ya poseen daño en el endotelio, ya que las válvulas cardíacas dañadas son más propensas a la infección. Pero también puede aparecer en válvulas normales, cuando éstas son atacadas por bacterias agresivas y en grandes cantidades.
Existen dos tipos de endocarditis: la endocarditis infecciosa aguda, que aparece de forma repentina y cuyo desarrollo es muy acelerado, pudiendo llegar a ser mortal en pocos días; y la endocarditis infecciosa subaguda, la cual se desarrolla de forma gradual a lo largo de varios meses.
Sus síntomas dicen relación con el daño local que este padecimiento provoca, como puede ser la rotura de una válvula cardíaca, presencia de soplos al corazón y, en general, todas las manifestaciones de insuficiencia cardíaca.
El Dr. Estévez especifica que la sintomatología también corresponde a “todas las reacciones que esta infección desencadena a nivel sistémico: fiebre, malestar general, baja de peso, compromiso renal y neurológico, entre otros”.
El diagnóstico de esta enfermedad se otorga a partir de los síntomas que se presenta, con especial atención en pacientes con factores de riesgo, es decir, con válvulas anormales o dañadas. Es posible realizar un ecocardiograma para identificar las vegetaciones (acumulaciones de bacterias y coágulos sanguíneos) y lesiones, así como también exámenes de sangre para identificar al agente infeccioso.
“El tratamiento de la endocarditis infecciosa requiere un enfoque multidisciplinario, desde apoyo nutricional y kinesiterápico, hasta cirugía cardíaca con reemplazo de la válvula afectada. Sin embargo, los ejes terapéuticos son, primero y como en toda enfermedad de origen infeccioso, el tratamiento médico antibiótico y como en toda enfermedad que afecta al corazón el apoyo cardiológico especializado”, señala el Dr. Estévez.
Es muy importa que si la persona ya ha tenido un daño valvular le informe de su situación a su médico, ya que, por ejemplo, en procedimientos dentales, es recomendable dar una dosis de antibióticos a estos pacientes antes de someterlos a cirugías. Si tiene alguna sospecha o duda respecto a este tema, siempre consulte a su médico.