El rostro es la parte más importante de nuestro cuerpo. Lo exponemos a diario y es una de las zonas más sensibles. Por esta razón, el cuidado que debemos tener con el cutis debe ser especial, constante y dedicado.

Si notas que tu rostro está más opaco y sin luz que de costumbre, es el momento de eliminar las células muertas de la piel con una exfoliación natural.

Este proceso permite la eliminación de las células muertas que se acumulan en la epidermis, logrando que la piel se oxigene  y tenga un aspecto saludable. 

Los pasos para realizar este tratamiento facial son muy sencillos, pero muy necesarios. El primero es limpiar tu cara con un jabón especial, luego exfoliar y  finalmente humectar.

Debes tener claro que la exfoliación no es  una práctica que debas realizar a diario, porque la piel se maltrata mucho. Es aconsejable realizar este método una vez a la semana.

Los productos exfoliantes suelen tener pequeños granulitos que facilitan la eliminación de la piel muerta. Este proceso debe realizarse con masajes circulares alrededor de todo tu rostro con un cuidado especial porque puede dañar la piel innecesariamente si se hace manera brusca.

Una de las ventajas de los exfoliantes es que no necesariamente tienen que ser de una marca en especial, sino que puedes prepararlos artesanalmente en tu casa, logrando un proceso más natural y saludable para tu piel.

Algunos de los ingredientes que puedes utilizar para la preparación de una crema exfoliante son el azúcar, la avena, la miel, almendras y frutillas.

Recetas exfoliantes:

Muele ½ taza de semillas de girasol hasta lograr un polvo grueso. Mezclar con una cucharadita de agua y formar una pasta. Aplica en el rostro con la yema de los dedos,  mantén el producto por 20 minutos en tu cutis y retira con agua tibia.

Mezcla 100 gramos de azúcar, 100 gramos de sal marina y 100 gramos de harina de avena. Aplica sobre tu cara húmeda durante 20 minutos y luego retira con agua tibia.

Mezcla 200 gramos de almendra molida, 5 cucharadas de miel y 1 cucharadita de aceite oliva. Cuando hayas logrado una pasta consistente aplica en tu rostro con suaves masajes circulares acentuando en la zona de la frente, la barbilla y la nariz durante 5 minutos. Debes retirar el producto con agua tibia.

Mezcla 2 cucharadas de azúcar, 1 de aceite de oliva y 1 cucharadita de jugo de limón. Aplícala en tu rostro y masajea. Espera 5 minutos y retira con agua tibia.

Mezcla 2 cucharadas de avena, 1 de miel y 1 de cucharadita de jugo de limón en un recipiente pequeño y combina. Aplica con masajes circulares y enjuaga con agua tibia.

Muele 5 frutillas, agrega 1 cuchara de miel y otra de jugo de limón. Masajea suavemente, mantén por 5 minutos y retira con agua tibia.

Si decides seguir semanalmente uno de estos métodos,  tu piel lucirá como nueva, con más vitalidad y suavidad. No debes olvidar utilizar acentuar los masajes en la zona de la frente, la barbilla y la nariz, para luego dar paso a la aplicación de crema  humectante en tu rostro y cuerpo.