Si no aprendemos a alimentar el Espíritu y entrar en
nuestro Templo Interior y encontrarnos alli en silencio
y darnos cuenta de la conexión que tenémos con Dios,
no podrémos entender la vida ni encontrarle sentido, ni
sabrémos para qué estamos aqui.
Para hacer esto no necesitamos ir físicamente a ningún
lugar en particular.
Gracias por tus participaciones que apreciamos mucho
Chiqui-a, porque nos ayudas a reflexionar en beneficio de
nuestras vidas.
Que Dios te bendiga amiga,