Los nórdicos nos trajeron la palabra "cornudo".
En
la mayoría de los países nórdicos, los que gobernaban las comarcas por
tener la condición de ser gobernador, podían elegir a la mujer con la
que deseaba intimar de su región.
Cuando se producía dicha
relación, el gobernador colgaba encima de la puerta de su casa unos
cuernos para que todo el pueblo supiese del privilegio que tenia su
família y, dicho padre de família, lucía orgulloso de sus cuernos a toda
la gente.
De esta costumbre nórdica salió la famosa frase: "poner los cuernos". (De la red)
|