La gastroenteritis infecciosa es la inflamación y/o alteración de la función del intestino por la acción de un germen (bacteria, virus, hongo) o de sus toxinas. La mayoría de diarreas en nuestro medio son causadas por una gastroenteritis infecciosa.
Además de la diarrea (mayor número de deposiciones y con una menor consistencia), la gastroenteritis infecciosa suele provocar vómitos y dolor abdominal. Si la diarrea es muy importante, la persona puede llegar a deshidratarse, por lo que orina menos, su piel y mucosas están secas, su presión arterial disminuye (hipotensión) mientras que su frecuencia cardiaca aumenta (taquicardia). También puede aparecer fiebre, escalofríos, sensación constante de ganas de defecar (tenesmo rectal) y deposiciones con sangre, moco o pus.
Si la diarrea es muy importante, la persona puede llegardeshidratarse
La gastroenteritis infecciosa suele aparecer a consecuencia de consumir alimentos contaminados (toxiinfección alimentaria). Desde que se ingiere el alimento en mal estado hasta que aparecen los síntomas transcurren pocas horas, generalmente entre 1 y 14 horas, según el tipo de germen causante. En el caso de la diarrea del viajero, los síntomas aparecen al cabo 5 a 15 días de haber iniciado el viaje.
Algunos tratamientos antibióticos facilitan el crecimiento de gérmenes en el intestino, los cuales no son sensibles al antibiótico en cuestión y dan lugar a un cuadro conocido como enterocolitis seudomembranosa. Esta alteración suele desaparecer al dejar el tratamiento antibiótico
Cómo se trata la gastroenteritis infecciosa
Si no hay fiebre, ni sangre, moco o pus en las deposiciones, hay que seguir una dieta líquida, evitando el consumo de productos lácteos, excepto el yogur.
La diarrea puede causar irritación en la piel que circunda el ano, por lo que para la higiene íntima es aconsejable utilizar algodón hidrófilo empapado en agua tibia después de cada deposición y evitar el papel higiénico, el jabón y las toallas.
Si la piel perianal está irritada y rezuma, es conveniente situar una compresa de algodón hidrófilo entre el ano y la ropa interior.
Además, resulta beneficioso tomar baños de asiento y la aplicación local de cremas de hidrocortisona al 1%.
La gran mayoría de las diarreas agudasson de origen infeccioso y tienen un curso autolimitado
Aunque la gran mayoría de las diarreas agudas son de origen infeccioso y tienen un curso autolimitado, es decir, suelen curarse sin necesidad de realizar un tratamiento específico, debe acudirse al médico en aquellos casos en los que el paciente es un niño o un anciano, cuando los vómitos impiden la correcta ingesta de líquidos, cuando se realizan más de 5 deposiciones al día, cuando hay fiebre y cuando las heces contienen sangre, moco o pus. El médico será quien valore la necesidad de instaurar un tratamiento con fármacos antidiarreicos o con antibióticos.
Las diarreas crónicas, es decir, aquellas que duran más de 2 semanas, pueden tener múltiples causas. En este caso debe acudirse al médico para que realice el diagnóstico preciso.
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