¿QUÉ SON LAS CRISIS ASMÁTICAS?
Son episodios repetidos de tos, dificultad para respirar y ruidos de pecho -"pitos"- que suelen padecer los niños con asma. Se desencadenan por diferentes causas (catarros, alergia).
El asma es una enfermedad que se produce por una inflamación de los bronquios.
¿QUÉ DEBO HACER ANTE UNA CRISIS ASMÁTICA?
Si ya sé que mi hijo es asmático:
Mantenga al niño sentado, en reposo, evite que haga ejercicio.
Comience a darle toda la medicación recomendada por el pediatra siguiendo sus instrucciones. La mejor es la administrada por vía inhalada.
Controle la temperatura y trate la fiebre con antitérmicos.
Vigile la dificultad respiratoria.
¿CUÁNDO DEBO CONSULTAR INMEDIATAMENTE?
Si aparece dificultad respiratoria por primera vez.
Si el niño, además de fatigado, está muy agitado o somnoliento.
Si se pone azulado o pálido.
Si la dificultad respiratoria empeora - respira cada vez más deprisa, se le marcan las costillas, mueve mucho el abdomen, se le hunde el pecho -.
Si el niño precisa inhalaciones muy frecuentes, cada tres horas o menos.
En todas estas circunstancias, además de la consulta inmediata es importante que comience a administrarle los inhaladores inmediatamente.
CUESTIONES IMPORTANTES
Los niños asmáticos no son siempre alérgicos. En la infancia, el factor desencadenante más frecuente de las crisis asmáticas son los catarros.
No se deben administrar jarabes para la tos a los niños asmáticos salvo que lo recomiende el pediatra.
Cuanto antes empecemos a tratar la crisis asmática, mejor la controlaremos.
Las crisis asmáticas, a veces, empiezan sólo con tos. Si comenzamos con los inhaladores antes de que el niño tenga fatiga la evolución será mejor.
Los inhaladores que precisan cámara siempre deben administrarse con ella, nunca directamente en la boca, ya que hacen menos efecto.
Los hijos de padres fumadores tienen más infecciones respiratorias.