Mis seres queridos llenan mi corazón, la naturaleza me ofrece sus bendiciones y las oportunidades para compartir mi alegría abundan. ¡Mi vida está llena de gozo! Sentir gozo es una elección. Sé que mis pensamientos afectan mis sentimientos, de manera que si estoy experimentando ira o temor, tomo un momento para reflexionar por qué me siento de esa manera.
Puedo ver una persona o situación desde un punto de vista nuevo y positivo. Al hacerlo, cambio mis sentimientos de adversos y destructivos a gozosos y constructivos. Busco y encuentro razones para sentir gozo. Al elegir ser feliz, otros perciben mi dicha. Un corazón alegre es contagioso. Esparzo gozo —la actividad amorosa de Dios en mí.
Siempre vivirán alegres. Hallarán felicidad y dicha, y desaparecerán el llanto y el dolor.—Isaías 35:10
El maestro y ministro Eric Butterworth describe la prosperidad como bienestar espiritual. Él hace notar que el bienestar espiritual se manifiesta de muchas maneras. ¡Reclamo mi bienestar espiritual como una expresión gozosa del Creador! Visualizo que el bien que deseo se manifiesta en mi vida.
Me visualizo saludable, comiendo alimentos nutritivos y haciendo ejercicio diariamente. Me veo amado y siendo amoroso; seguro y protegido de todo peligro. Tengo mucho que dar, y comparto generosamente mis dones y talentos. Siento gratitud al reconocer la prosperidad en mi vida. Reconozco que soy uno con la abundancia de Dios, y estoy receptivo a un fluir de bien aún mayor.
¡Que sea en las cumbres de los montes como un puñado de grano que cae en la tierra!—Salmo 72:16