LA VIDA QUE DESEAS
Andar descalzos no significa únicamente quitarse los zapatos. Significa conectarse con la tierra, con la arena, con la hierba, es algo así como tocar su piel, como besarse con la naturaleza. Un placer delicado, sutil, sensual, que siempre me llena de una energía especial, como me sucede cuando me mezclo con los colores de un atardecer, con su olor, con su mirada, con la sorpresa que siempre me provoca la belleza, como esa primera vez de algo, como todas las primeras veces que se repiten una y otra vez.
Podemos elegir la vida que deseamos vivir, yo creo eso. Aunque por alguna razón en ocasiones se nos escapan de las manos o de los pensamientos nuestras intenciones. Se nos revela el inconsciente tal vez, saturado de tanto mensajito negativo que recibe, tal vez funcione eso de colocar un filtro antispam a nuestros pensamientos, probablemente nos impactaría su visualización numérica.
Crear no es solo una cuestión artística, es una cuestión del corazón, es una decisión que parte desde lo más profundo de nuestro ser. Es posible crear la vida que deseamos, al menos es posible intentarlo y yo estoy dispuesta a ello. ¿Te animas?
Brisa Urbana