Al descubrir mi poder interno, libero mi potencial divino.
Hoy es el Día de Oración Mundial de Unity —una oportunidad para unir mi corazón con los de miles de personas alrededor del mundo con el solo propósito de orar. Al orar juntos, nos afianzamos en la Verdad de que el amor de Dios vive en nosotros, como nosotros y por medio de nosotros. Cuando tenemos fe en el Poder divino, la duda, la preocupación y el temor se disipan. Avanzamos con osadía en pos de nuestro potencial.
Bendecimos al mundo y a nuestros seres queridos con seguridad y fortaleza, con bondad y compasión. La gratitud llena nuestros corazones a medida que afirmamos armonía, paz, hermandad y aceptación para todas las personas por doquier. Con nuestra atención centrada en el amor divino, somos una persona, un pensamiento, un mundo unido en fe y paz.
El deseo de dar es uno de los regalos más grandes que Dios me ha dado. Es verdaderamente Su espíritu de amor expresándose por medio de mí. Siento gratitud por mis bendiciones y las comparto con los demás.
Ofrezco mi amor y mis pensamientos positivos con una sonrisa motivadora. Doy libremente a medida que las oportunidades se presentan. Digo palabras de vida y curación a las personas a mi alrededor. Tal vez no conozca sus necesidades específicas, mas Dios sí las conoce.
Libremente y sin titubear, me ofrezco como un canal por medio del cual Dios bendice a los demás. Siento gratitud por cada oportunidad que Dios me da para ser Su amor en expresión. ¡Al compartir mis bendiciones, recibo muchas más a cambio!
Con la misma medida con que ustedes den a otros, Dios les dará a ustedes.—Mateo 7:2
El amor divino fluye hacia mí como bien abundante.
Las preocupaciones acerca de cómo pagar las cuentas mantienen mi atención enfocada en la escasez en vez de en la gratitud por el bien en mi vida. De manera que hago el compromiso de cambiar mi enfoque —un pensamiento a la vez, un momento a la vez— y de mantener una actitud de gratitud.
La Rev. Edwene Gaines dice: “Puedes vivir de acuerdo con tu propósito divino, en armonía con el plan de Dios, con todo lo que pudieras desear o necesitar al alcance de tus dedos”.
Si busco trabajo o un cambio positivo en mi situación financiera, recuerdo esas palabras. Con gozo afirmo: El amor divino fluye hacia mí como bien abundante. Tengo fe en que ahora mismo el amor de Dios me está bendiciendo abundantemente.
Den, y se les dará una medida buena, incluso apretada, remecida y desbordante.—Lucas 6:38