Cada átomo de mi ser es revitalizado con vida sanadora.
Myrtle Fillmore oró y alabó su cuerpo para avivar su estado verdadero de salud. Ella escribió: “Virtamos sobre nuestro organismo bendiciones de alabanza por el buen trabajo que hace en establecer la salud. Pensemos en que ya estamos manifestando perfección en mente, alma y cuerpo, y demos gracias porque el orden divino se establece ahora”.
Con fe, alineo mis pensamientos, palabras y sentimientos con esta verdad. Demuestro aprecio por la habilidad que tiene mi cuerpo de funcionar de maneras complejas y maravillosas. Guío la energía creativa y poderosa de mis pensamientos y palabras para inspirarme y llenarme de energía. Descanso en la seguridad de que la vida divina fluye libremente, y que cada átomo de mi ser es revitalizado.
Entonces tu luz brillará como el alba, y muy pronto tus heridas sanarán.—Isaías 58:8