Cualesquiera que mis intenciones puedan ser: curación, prosperidad, empleo, paz u otras, siento gratitud porque sé que lo que deseo está por manifestarse.
El poder para elegir mis pensamientos es libertad. Cuando los mantengo positivos, el poder, la sustancia y el carácter son infundidos en ellos. Siempre estoy consciente de las semillas de pensamientos que siembro en el jardín de mi mente.
Hoy me libero de cualquier pensamiento de escasez o limitación, y declaro con certeza mi intención de vivir plena y prósperamente —con confianza en la sabiduría que recibo al orar. Mi experiencia de vida se transforma —¡aquí y ahora! ¡Declaro mis intenciones con certeza y vivo con confianza!