Aun si las barreras del lenguaje me impiden entender las palabras de otros, la mayoría de la gente comprende el significado de una sonrisa. Mi sonrisa puede transmitir buena voluntad, comunicar alegría por una bendición inesperada o asombro ante la vista de un cielo nocturno lleno de estrellas.
Un niño que es aún incapaz de formar palabras, comparte el amor, el gozo y el asombro eficientemente con una sonrisa. Me siento feliz cuando otros me sonríen. Ese gesto amigable me recuerda que todos somos uno en Espíritu.
Cuando sonrío frente al espejo, aprecio mi luz. Me doy cuenta de que el amor y el gozo divinos están por doquier. Una sonrisa sencilla y franca es capaz de expresar amor y gozo sin necesidad de palabras.