Llevo tres dias pensando
como sacar de mi cabeza,
aquella mirada traviesa
que de reojo descubrí,
fugaz, tentadora e invasora
de la que no podría describir
el color de ojos que eran
que brillaban desde ti.
Sólo unas decimas de segundo
bastaron para comprender
que de tus ojos salía un mundo
que sólo tu me dejabas ver.
El tiempo pareció detenerse
no había nada que escuchar
parecíamos en aquel lugar
estatuas a punto de moverse,
libros a punto de abrirse
con un final por escribir:
saber más de ti.
D/A
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