Abrir el corazón
Cuando nos sentimos heridos, muchas veces tomamos la decisión de cerrar nuestro corazón a nuevas relaciones y afectos, tememos ser lastimados otra vez y pensamos que si nos mantenemos al margen y no nos involucramos emocionalmente con nadie (sean relaciones de pareja o de amistad) con esto estamos evitando el dolor.
Esta reacción es totalmente normal en el ser humano, todos alguna vez hemos pensado y actuado de esta manera, solo que esto lejos de evitar el sufrimiento lo incrementa. Al no darnos a las personas, al no abrirles nuestro corazón, estamos actuando como un escudo para el amor y la amistad, lo estamos rechazando y nos estamos negando la posibilidad de encontrar gente que corresponda a nuestros mismos sentimientos. Nos estamos negando todos los derechos.
Si concentramos nuestros pensamientos en el daño que nos han hecho, esto también actuará como imán y atraerá a personas que nos dañen nuevamente.
