Pasaron muchos años desde aquel desagradable día en que una mujer, con bebé en sus brazos entró a su carnicería favorita para entrevistarse con el carnicero y darle la noticia de que el niño era de él. Entonces le pregunta al hombre qué hará.
Este lo piensa y llegan a un acuerdo: la dama tendrá carne gratis hasta que el niño cumpla los 16 años. Ella estuvo de acuerdo.
El hombre fue llevando la cuenta en el almanaque, de todos los años que pasan. Hasta que un día el adolescente que había recogido la carne por tantos años, le dice al carnicero que mañana cumple 16 años.
- Yo ya lo se- dice sonriendo. -También he estado llevando la cuenta. Cuando le lleves esto a tu mamá dile que hoy es el último día que recibe carne gratis y me dices que cara pone.
El muchacho llega a casa y da el mensaje a su madre. Mueve la cabeza y dice:
- Hijo, ve a la carnicería y le dices que he recibido gratis la leche, el mercado y el pan durante 16 años: Me dices qué cara pone.