Desde el día que te conocí empecé a apreciar las ganas de vivir y cada pequeñez que nos ofrece la vida me parece grandioso porque lo puedo compartir contigo.
Por más que te diga cada mañana, cada tarde, cada noche... no podría dejar de decirlo porque mi amor por ti va creciendo, surgiendo en mí la necesidad de expresartelo y demostrartelo.
Cuando decidimos vivir juntos, creí en lo nuestro sabía que funcionaría, pero no imaginé que vivir contigo me llenara tanto, que me diera tanto placer despertar cada día y rozar tu cuerpo, besarlo y acariciarlo; regresar del trabajo y encontrar tu dulce rostro y tus labios esperando mi beso...
Cuando me cruzo por el pasillo contigo, no puedo impedir que tu cuerpo me atraiga como un imán y me incite a abrazarlo. Si te noto serio o triste intento saciarte para que te sientas mimado, atendido, cuidado y amado.
Nunca creí que alguien pudiera hacerme tan feliz, que sintiera que es parte de mi, que fuera mi refugio, mi alegría, mi amigo, mi niño, mi corazón, mi deseo, mi vida...
Todo lo que te doy te lo mereces y más, porque eres lo más grande que una mujer podría tener nunca. Que suerte he tenido de conocerte, que suerte tengo de tenerte y que suerte tengo de poder mirar al futuro junto a ti.
Amor mío, como me alegro de que apostaramos por los nuestro, que felicidad inunda nuestra casa, nuestra cama, nuestras vidas.
Como seguir diciendote que solo quiero vivir contigo, compartilo todo contigo, y aunmentar nuestro amor. Juntos podremos seguir el camino de la vida con ganas y fuerzas de que amanezca un día más, para poder seguir con nuestras ilusiones, nuestras esperanzas, nuestras fantasias, nuestras alegrías, nuestras penas, todo nuestras...
Con estas palabras, aunque no me exprese como tu, quiero llegar a tu corazón y seguir caldeando nuestra llama que arde cada día más fuerte.
Cuánto te amo mi niño, te amaré eternamente.
-Tu mujer-