Al ver el mundo hoy en día y la discordia que parece rodearme, puede que me sienta tentado a desanimarme o hasta disgustarme. De ser así, me detengo para recordar que no importa lo que esté pasando, la paz empieza en mí. Respiro profundamente y descanso. Sereno mi corazón, calmo mis emociones y tranquilizo mi mente.
Recuerdo las palabras de Martin Luther King, Jr.: “La paz no es meramente una meta que perseguir, sino la vía por la cual logramos esa meta”. Esas palabras inspiradoras me mantienen centrado y comprometido a permanecer en paz. No importa cómo decida relacionarme con el mundo a mi alrededor, me elevo por encima del conflicto y encarno la paz.